sábado, 4 de mayo de 2013
CPT - LA CONSTITUYENTE ¿UNA ACCIÓN VÁLIDA PARA ENFRENTAR ESTA SITUACIÓN DE PERVERSIÓN Y DESTRUCCIÓN?
Rafael Olbinski
Cátedra ‘Pío Tamayo’
Centro de Estudios de Historia Actual
IIES / FACES / UCV
ASAMBLEA
LA CONSTITUYENTE
¿UNA ACCIÓN VÁLIDA PARA ENFRENTAR ESTA SITUACIÓN DE PERVERSIÓN Y DESTRUCCIÓN?
PONENTES
LUIS MANUEL AGUANA
PABLO HERNÁNDEZ PARRA,
JOSÉ MARÍA SÁA
ENRIQUE SÁNCHEZ FALCÓN
MODERADOR
AGUSTÍN BLANCO MUÑOZ
LUNES 06 DE MAYO DEL 2013
SALA “E” DE LA UCV / 6 PM
La situación es por demás difícil. La inestabilidad crece al lado de una confrontación que cada vez toma mayores dimensiones. Ahora es el señalamiento de dos Venezuela. Los protagonistas de los dos frentes que se contaron el 14 A reclama cada uno la primacía en la conducción de este expaís. Es el juego a la legitimidad y la ilegitimidad.
Los primeros constituyen la porción que ha demandado la invalidez de esas elecciones para que se repitan sobre otras bases. No reconocen el veredicto dictado por el árbitro, que estableció el triunfo de Nicolás Maduro como Presidente de la República para completar el período 13-19 iniciado por Hugo Chávez. Quien ha obtenido la responsabilidad legal de conducir los destinos de Venezuela es considerado por la parte opositora como ilegítimo.
Se le señala como un presidente que no cuenta con el reconocimiento de la totalidad de los venezolanos sino de la mitad de los mismos. Y se trata de un distanciamiento que se alimenta y dimensiona cada vez con mayor fuerza y decisión. Esto significa el abono continuo de un terreno en el cual pudiera desarrollarse una confrontación bélica a la manera de las guerras civiles que ha conocido nuestro subcontinente.
Indispensable en consecuencia buscar caminos que permitan canalizar las diferencias que se traducen en pugnacidad y sobresaltos. Se plantea una lucha por la hegemonía que busca el aplastamiento del adversario, contrario o enemigo. Es la definición de un poder que se considera exclusivo, dueño único, en acción y pensamiento.
Y frente a este cuadro la parte de la ‘legitimidad’ exige nuevas elecciones y nuevo gobierno porque está convencido que fue despojado, por la vía del fraude-trampa, del triunfo conquistado en los comicios del 14 A . A su vez los ‘ilegítimos’ que detentan el poder acusan a la contraparte de promover un golpe de Estado que comienza por deslegitimar el CNE y seguir con el desconocimiento del Estado democrático de derecho, justicia y libertad.
Por esta vía se puede afianzar y profundizar el escenario de la violencia que ya ha comenzado a expresarse de manera voraz y perversa. Y no se trata de algo extraordinario sino de la manifestación de uno de los rasgos fundamentales del Estado que rige esta Sociedad. Un Estado montado sobre las bases de la violencia, que deja a un lado los cauces de la institucionalidad para tomar la senda de la destrucción, del aplastamiento de quien sea estigmatizado como contrario al orden de cosas vigente.
Y es precisamente a este Estado de perversión y destrucción al que está obligado a enfrentar quien se proponga abordar escenarios de convivencia para la construcción de otra realidad. Esto quiere decir que quien piense en otra historia, en otro tiempo para los ciudadanos y sus circunstancias, está obligado a programar la construcción de otro Estado.
Indispensable tocar el fondo de los males de una sociedad que a lo largo de su llamada vida republicana arrastra el fardo de unas instituciones que mantienen el sentido, contenido y proyección que les instituyó el propio régimen invasor que arma su poderío en estas tierras a partir de 1492. Eso significa que en cuanto a hegemonía de un Estado de dominación no ha habido a lo largo de cinco siglos cambio en la esencia y concepción del Estado.
El sentido y contenido esencial de la legislación del adinerado señor y propietario rige aún en nuestros días, aunque recubierto de banderas y un barniz de democracia que le hace aparecer como algo nuevo. Es la manipulación abriendo caminos de representación y hasta de una supuesta participación. Cada vez se presenta un Estado más acicateado, acicalado y disfrazado de justicia, solidaridad, libertad o bienestar. Es la forma de mantener la misma dominación centenaria.
Este es el marco en el cual creemos se debe plantear la refundación de las bases de esta pretendida sociedad que en la práctica no va más allá de una difícil, cuando no traumática suma de individuos. Sólo con un cambio de las bases de un Estado que contempla el sometimiento, el aplastamiento, el saqueo, al lado de la manipulación y el populismo, como sus rasgos definitorios, se podrá pensar en otras posibilidades de convivencia, en otra realidad.
Y para el logro de este cometido consideramos válido apelar a la proposición de la convocatoria de una Constituyente Originaria que redefina, reoriente y restablezca nuestro mundo institucional y social. El cuadro histórico en general. Es ir a la más profunda revisión del Contrato que sirvió de punto de partida de un Estado que se halla hoy en la peor situación, comenzando por no contar siquiera con Derecho, atrapado por todo tipo arbitrariedad, anarquía e insuficiencias.
No se trata de una constituyente para la continuidad del mismo orden con otra imagen, ni para contribuir a conformar un nuevo foco del poder autoritario. Lo que se plantea es la constitución de un mando-poder de y para el colectivo.
¿Será posible hoy avanzar en esta dirección en forma pacífica y concertada? ¿Seremos capaces de llegar a acuerdos colectivos de vida y porvenir o nos condenaremos a la fraticida confrontación? ¿Seremos capaces de poner a andar un país y dejar atrás esta condición de ex país que hoy nos atrapa, define y somete?
Tenemos conciencia que esta tarea impone hacer política para enfrentar dificultades y abrir caminos. Es hora de apartarse del empeño de querer analizar el hoy sólo con las lecciones y lineamientos de ayer. Indispensable la creación, la inventiva de nuevos horizontes. Este es el tema que proponemos comenzar a discutir en esta Asamblea sobre una posible Constituyente que sirva como instrumento válido para superar la situación de perversión y destrucción que ahora recae sobre esta Venezuela, cada día más maltrecha, dolida y aterrada.
EN EL AÑO DE LA CELEBRACIÓN DEL
TRIGÉSIMO ANIVERSARIO
DE LA CÁTEDRA PÍO TAMAYO
1983 - 2013
Coordinadores
Agustín Blanco Muñoz / Mery Sananes / Danielita Barrolleta
Tlfs 6052536 / 6052563 (0416) 638-7320 (0414) 333-6515
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