miércoles, 20 de diciembre de 2023

MENSAJE DEL CEHA Y LA CPT EN UN NUEVO DICIEMBRE








MENSAJE DEL CEHA Y LA CPT
EN UN NUEVO DICIEMBRE




El Centro de Estudio de Historia Actual (CEHA) y la Cátedra ‘Pío Tamayo’ (CPT), de la FACES-UCV, en el 40 aniversario de su fundación, le envían a la comunidad universitaria y al colectivo social-pueblo, dondequiera que esté, un saludo, acompañado de un mensaje de amor, lucha y porvenir, a propósito de este tiempo de navidad y año nuevo 2023.


Es el mismo andar en las dimensiones de la búsqueda de esperanzas que dejan atrás este mundo siempre dispuesto a acumular frustraciones y no pasadizos de sueños y haceres de bienestar y supremas alegrías.

 



¿HASTA CUÁNDO EL MISMO GRITO?

 

¿Hasta cuándo veremos pasar los años sembrados en la misma historia que hace del lamento el paso capaz de mover el grito en disparo contra la consagración del pisoteo y la imposición de todos los cantares del engaño y la perversión?

 

¿Hasta cuándo nos iremos acercando sin concretar al adiós de mares y al vuelo de gaviotas que ya han anunciado otro mirar en el propio destino  de la historia que nace hasta en el propio sueño de las eternidades?

 

¿Pero hasta cuándo esperaremos sin tener razón para esperar y poner de lado que estamos obligados a luchar por otros tiempos para una vida que sea satisfacción de mañanitas para acurrucarse en medio del amor la libertad y el porvenir?

 

Agustín Blanco Muñoz
abm333@gmail.com

Mery Sananes
merysananes@gmail.com

Danielita Barrolleta
 dbarrolleta2020@gmail.com


Diciembre del 2023

 

 

 

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lunes, 18 de diciembre de 2023

¡HACIA EL TRIUNFO ESEQUIBO!







 ¡HACIA EL TRIUNFO ESEQUIBO!
Agustín Blanco Muñoz

 

¡Buenos días Don Antero! Caramba profesor, que buen regalo de navidad que usted caiga en esta bodega de su Maracay nativo, en una hora de muchas cosas que conversar. Y por eso, de una le planteo lo del duro y difícil tema del Esequibo.

 

¿CÓMO VE LA HISTORIA ACTUAL
EL CASO DEL ESEQUIBO?

 

Si, mi querido y respetado amigo, este es un asunto a revisar con mucho cuidado y con el mayor esfuerzo de equilibrio y objetividad. Por eso, precisamente, es que nos interesa su visión de  Historiador de lo Actual para que, en medio de su posición crítica, nos dé su parecer sobre  las medidas tomadas por el gobierno.


SE OLVIDÓ EL PROTOCOLO DE 1966
PARA BUSCAR DIÁLOGO Y PAZ

 

Por nuestra parte consideramos que los anuncios oficiales sobre el problema son acertados. Y esto lo digo sin poner de lado lo que siempre he dicho sobre esta llamada revolución que tiene en la destrucción su mayor objetivo. Pero en este caso no hay que ponerse ciego y lejos del pienso y advertir que en el caso Esequibo, el gobierno no tenía para donde coger, porque la otra parte, Guyana, colocó la materia en situación radical. Olvidó aventureramente  el asunto ese del protocolo de 1966 que pide buscar acuerdos, negociaciones por la vía del diálogo y la paz.

 


SE PREFIRIO VOLVER AL DESPOJO DEL LAUDO ARBITRAL
DE PAÍS DE 1899

 

Prefirió volver al despojo, al mismísimo robo del Laudo Arbitral de París de 1899 y  se lanzó a ocupar la zona en litigio y autoriza y negocia la instalación de la ExxonMobil. De modo que es grande la sacada de gas y petróleo de alta calidad y quien sabe que más estará pasando en ese espacio que tengo entendido cuenta con muchas otras riquezas como oro, diamantes y bauxita.

 

Y ES GUYANA QUIEN PIDE SOLITARIA A LA ONU
UN DICTAMEN SOBRE EL DIFERENDO

 

Fíjese además, profesor, que es Guyana quien pide solitaria a la ONU un finiquito sobre el diferendo. Y sin siquiera opinión de Venezuela la cosa va a la CIJ. Y todo parece dispuesto para que se favorezca al ilegal demandante.

 

Porque cuando piden que se elimine el referendo consultivo, dispuesto para que la lucha no sea de un gobierno sino de un pueblo, lo que se explica como jugada política, la respuesta de la Corte es negativa, pero establece esta menudencia: Guyana, que “administra y controla” la zona, y Venezuela deben dejar todo como está hasta que ellos resuelvan.

 

ANTE ESTE SESGO EL GOBIERNO SIENTE LA NECESIDAD
DE RESPONDER CONTUNDENTEMENTE

 

 

Ante este evidente sesgo, este gobierno se siente en la obligación y necesidad de responder de manera contundente. Y dígame profesor, en su condición de historiador de lo actual, si tengo o no algo de razón en lo que comento.

 

MIRE, DON ANTERO, HABRÁ QUIEN LO ACUSE
DE CHAVISTA



Mire Don Antero, no faltará que lo acuse de chavista, vendido o traidor en medio del fanatismo  e inclinación polarizada que se ve por todas partes. Hay muchas voces o posiciones que, aunque disimulan sus actitudes, se alegrarían con la pérdida del Esequibo, porque entienden que eso conduciría a la irremisible caída de Maduro y su gobierno, la pérdida de las elecciones 2024 y el fin de la llamada ‘revolución bolivariana-marxista-leninista-fidelista-socialista y comunista’.

 

Y SIN EMBARGO SUSCRIBO, DON ANTERO, SU ANÁLISIS Y AGREGO QUE LA PELEA ES CON LA EXXONMOVIL USA

 

Pero por encima de estas circunstancias, yo suscribo su análisis en todas sus partes. Y agrego: ya la pelea no es exactamente con Guyana sino con la ExxonMobil-EEUU-Guyana. Y con otros intereses inscritos en  este territorio.

  

PAÍSES DE DOBLE JUEGO AHORA ASUMEN
DE NEUTRALES

 

Son países del doble juego, que han recibido de Venezuela todo tipo de ayuda y a esta hora de su reclamación, asumen la posición de neutrales o equilibristas, que les permite, al margen de toda moral, seguir chupando de los dos gajos.

 

MÁS ALLÁ DE LOS FANATISMOS AQUÍ ESTÁ PLANTEADO
EL TRIUNFO CON LA CIUDAD GUAYANA ESEQUIBA

 

Este es el caso, por ejemplo, de los países del CARICÓN, guiados ‘sabiamente’ por Cuba. Y el asunto no queda aquí porque se impone revisar la posición asumida por ‘aliados’ como China o Brasil. Sin embargo, y a pesar de estos intereses y el referido fanatismo, aquí está planteado hoy el triunfo con ciudad Guayana Esequiba al frente de un operativo de decisiva ocupación civil y militar de lo que ha sido y es territorio venezolano.

 

 Y SE LE CONCEDE UN PLAZO DE TRES MESES A LA
EXXONMOBIL PARA ABANDONAR EL TERRITORIO

 

Por esto se concede un plazo de tres meses a la ExxonMobil para que abandone el territorio que ilegalmente ocupa en la actualidad. Indispensable en este sentido tener en cuenta el nuevo mapa de Venezuela. Esta es una posición adoptada teóricamente por los venezolanos y de la cual este gobierno no podrá devolverse, sin el consentimiento de lo que se tiene como soberano.

 



 

¡NO A  LA  FRANJA ESEQUIBA!

 

Indispensable, sin embargo, entender, y actuar en consecuencia, que no es nada conveniente, y estar negado hasta todos los extremos, de llevar la violencia-destrucción a la zona. De contribuir a crear un escenario de dolor, penas y muertes. ¡No a la Franja Esequiba!  Y evitar a toda costa que se cree aquí una nueva Franja Gaza.

 

ESTA LUCHA ESEQUIBA HAY QUE VERLA MÁS ALLÁ
DE LOS LLAMADOS ‘PARAPETOS POLÍTICOS
ELECTORALES’

 

Sancho, ¡Esta hora  de lucha Esequiba tenemos que verla más allá de las llamados ‘parapetos políticos electoralistas’!

 

@ABlancoMunoz

 17/12/23

 

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sábado, 9 de diciembre de 2023

SOBRE LA REVOLUCIÓN Y EL EMPODERAMIENTO CIUDADANO



 

SOBRE LA REVOLUCIÓN Y EL 
EMPODERAMIENTO CIUDADANO

HUMBERTO GARCÍA LARRALDE

 

Una relectura del libro de Hannah Arendt, Sobre la revolución, ayuda a aclarar mejor las vulnerabilidades que exhibió la democracia venezolana en el pasado, así como elementos que contribuirán a fortalecerla --cuando logremos desplazar a la actual oligarquía criminal del poder--, ante posibles arremetidas dictatoriales a futuro. El libro de la célebre filósofa y politóloga judeo-alemana se centra en el examen de aspectos aleccionadores de las dos revoluciones más emblemáticas en la determinación de la modernidad política en los países avanzados: la revolución francesa y la que emancipó a las 13 colonias de Norteamérica del dominio británico, que ella refiere como revolución “americana”.


Para Arendt el uso de la violencia no es la característica definitoria de una revolución. Ésta se distingue por su propósito central, que es conquistar condiciones para ejercer la libertad. Cónsono con la visión liberal, ésta se asienta en el individuo, pero lo más importante es que, a partir de ahí, fundamenta la acción pública de los integrantes de una comunidad. Abolido el régimen autocrático asentado en privilegios de nacimiento, de derecho divino o en expolios de conquista, la libertad fundamenta su soberanía para abordar los desafíos de la justicia y del bienestar social, conforme a criterios que surgen del debate en su seno. En su libro explica cómo puede comprometerse esta condición básica de libertad cuando se le subordina a la prosecución de una justicia social como fin central de la revolución. 

 

Al comparar Hannah Arendt las revoluciones francesa y americana, señala que la primera terminó secuestrada por la preeminencia de resolver la injusticia social, desbordada como estaba por la marejada de sans-culottes recientemente empoderados por su liberación de las estructuras de sumisión del Ancien Régime. En un escenario de gran efervescencia social, llevó a asumir potestades dictatoriales para atender sus exigencias, desplazando el interés acerca de la nueva arquitectura política que mejor resguardaría la libertad y de cómo debía expresarse en una constitución cuya discusión empezaba.

 

Desembocó, como se sabe, en el reino del terror de Robespierre y, posteriormente, en el régimen imperial napoleónico que, si bien, impuso –a cañonazo limpio--la modernización de las estructuras de poder en buena parte de Europa, no consagró el ambiente de libertad esperado, como la entendemos hoy. Tampoco pudo asegurar la justicia social tan anhelada, siendo que aún no se contaba con el desarrollo tecnológico para ello. A través de este recuento, Arendt acentúa la distinción entre liberación, que frecuentemente involucra el uso de la violencia, y libertad, que es el fin deseado.

 

Para la revolución americana, perpetrada por una población comparativamente menor pero más próspera de colonos, dada la riqueza del Nuevo Mundo, la preocupación central era cómo mantener y fortalecer las libertades asociadas al autogobierno que había surgido gracias a la lejanía del poder monárquico, y sobre las cuales descansaba el ejercicio de la libre iniciativa y las normas de respeto a la propiedad y a las libertades de los demás (salvo los esclavos) como pilares de la sociedad deseada.

 

El reto de erigir un Estado federal a partir de las trece colonias autónomas, que no ahogara la soberanía popular conquistada, lleva a Arendt a argumentar a favor de la permanente participación de la población conjurada en la toma de decisiones políticas, garantía única de que la revolución no fuese secuestrada progresivamente por una casta cada vez más poderosa que decidiera, a distancia, en nombre de la sociedad.

 

Es decir, aparece el problema de la representatividad –necesaria en un país de las dimensiones del que se estaba constituyendo— ante la inviabilidad de ejercer una democracia directa al estilo de las ciudades-estado de la antigüedad clásica. El peligro que observaron algunos “Padres Fundadores” del nuevo estado federal, notablemente Jefferson, era que un poder constituido por una minoría de representantes que decidían “en nombre de”, tendía a propiciar que las mayorías utilizaran su libertad para refugiarse en su esfera privada de intereses, abandonando la política, salvo cuando les tocaba votar. Desaparecía la polis, espacio fundamental para el ejercicio de la libertad.

 

De ahí puede derivarse una noción de revolución centrada en la constitución de un régimen político que asegure la participación activa y directa de los individuos en los asuntos que les conciernen, plasmados en transformaciones institucionales fundamentales. El cambio de manos del poder político a través de proclamadas “revoluciones” que han salpicado tanto nuestra historia no pasaría de ser, en realidad, un golpe de Estado. Fueron revueltas que violentaron los mecanismos aceptados para el traspaso del poder, frecuentemente definidos por el autócrata de turno, pero no se asociaron a vuelcos significativos y duraderos en sus instituciones. Podrán haber sido acciones cruentas, capaces de desplazar a buena parte de la élite existente, pero no fueron revoluciones en el concepto de Arendt.

 

 En Venezuela, la llamada “revolución bolivariana” ha estado muy distante de todo lo planteado. Si bien se caracterizó como ruptura del marco institucional de la democracia representativa adeco-copeyana, lo hizo para entronizar una autocracia que fue acorralando y reprimiendo los ámbitos autónomos de participación y acción política de los venezolanos. Sólo admitía la conformación de espacios para la única expresión de “pueblo” aceptada, aquellos que plasmaran ciegamente la voluntad de Chávez.

 

Bajo su personalismo irresponsable, la “revolución” desembocó en la instalación de un régimen de expoliación militarizado, excluyente, amparado en la represión y en la negación de los derechos constitucionales; un caso claro de involución. Pero, al lado de esta ruptura (para peor) hubo también mucho de continuidad. Potenció enormemente las peores lacras del pasado, notablemente el populismo, el clientelismo y la corrupción asociadas al manejo discrecional de la enorme renta petrolera que pasó por sus manos.

 

De ahí que el desplazamiento de este régimen bien podría entenderse como una revolución de verdad, en los términos Arendtianos, si logra, a la vez que supera definitivamente al rentismo estatista, desarrollar y consolidar una democracia de avanzada basada en la descentralización, la apertura de la gestión de gobierno en todos los niveles al escrutinio público, el libre flujo de la información y, con ello, espacios para la potenciación de la iniciativa y la libertad de los venezolanos.


El concepto clave aquí es el de empoderamiento ciudadano. Nuestro gran reto, más allá de un programa económico coherente y eficaz, capaz de sacar a Venezuela del abismo en que la arrojó la mafia dominante, será forjar una cultura de participación, con su marco institucional correspondiente, que reconozca y potencie las potestades de organismos de base –sindicatos, gremios, asociaciones de vecinos, culturales, de consumidores, ecológicas, etc.—para aportar en la solución de los problemas e inquietudes que les conciernen, como para la vigilancia y llamado de atención activa a las acciones instrumentadas por los distintos niveles de gobierno.

 

Se trata de la crear espacios para lo que, en otro plano, conforma el capital social: la asociatividad, confianza mutua y reconocimiento, para que venezolanos bien informados y conscientes puedan motorizar los cambios y las respuestas requeridas ante los desafíos y oportunidades de la reconstrucción de Venezuela. El ingreso petrolero siempre será bienvenido, pero no debemos depender de él, más cuando, en manos del Estado, refuerza una cultura paternalista que consintió políticas populistas y clientelares que desembocaron en el actual régimen.

 

Estas referencias a una tensión ciudadana por inmiscuirse en los asuntos que le competen, así planteadas, podrían señalarse como una ilusión. Es, claramente, la aspiración de los demócratas a nivel mundial, en contraposición a las autocracias populistas que amenazan hoy las libertades públicas. La propia Hannah Arendt, al final del libro, tantea la idea de una arquitectura política enraizada en órganos de gobierno participativo local –municipios, cabildos, etc.-- sin atreverse a afirmar que sería la solución al problema de cómo reducir la desafectación de la gente por la polís, espacio de participación política de la ciudadanía.

 

Quizás sean, como figura ideal, una ilusión. Pero su conceptualización como referencia a la cual aspirar será un ingrediente permanente para la defensa de las libertades públicas que constituyen la esencia de la democracia. En la educación, la formación ciudadana y la apertura de espacios de participación están las garantías para la democracia futura en Venezuela.

 

 
 
Humberto García Larralde
economista, profesor (j), Universidad Central de Venezuela,
humgarl@gmail.com

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viernes, 8 de diciembre de 2023

GAZA, 7 DE OCTUBRE





GAZA, 7 DE OCTUBRE
Luis Marín

 


 

La Cátedra Pío Tamayo y el Centro de Estudios de Historia Actual de la Universidad Central de Venezuela convocó a un Foro titulado “La Franja de Gaza: ¿Guerra religiosa, político-imperial o por simple espacio?”, que se realizó el miércoles 29 de noviembre, fecha del 76 Aniversario de la aprobación de la Resolución 181 de la Organización de Naciones Unidas, en la que se propuso la partición del territorio del Mandato Británico de Palestina para dos Estados, uno árabe y otro judío. Como es bien sabido, los judíos aceptaron la propuesta y declararon la independencia del Estado de Israel el 14 de mayo de 1948; pero los árabes la rechazaron e invadieron el naciente Estado judío para impedir su establecimiento.

 

En esta Resolución se encuentra el origen del mito de los 2 Estados, que conserva una extraña persistencia que se prolonga hasta nuestros días. Todavía se escucha a veces que una solución al conflicto podría ser que Israel volviera a las fronteras de 1967 para abrirle espacio a otro Estado; pero éstas ni son fronteras ni son de 1967, porque más bien se trata de las líneas de armisticio de la Guerra de Independencia de 1948, fijadas ante cinco potencias agresoras: Egipto, Jordania, Líbano, Siria e Irak.

 

Con más propiedad debería hablarse de la “solución de los 22 Estados” porque, en efecto, hay solo un Estado Judío y en cambio veintidós Estados inscritos en la Liga Árabe, incluso uno llamado “Palestina”, cuyo territorio coincide con el de Israel y su capital estaría en Jerusalén. Para advertir la desproporción basta echar una ojeada al mapa del Medio Oriente y norte de África, donde es difícil siquiera divisar el mínimo territorio en disputa.

 

La Organización de Cooperación Islámica agrupa 56 países más uno, “Palestina”, lo que es una anomalía porque se supone que la autoridad palestina es laica, no confesional y garante de todas las religiones por igual en Tierra Santa. La Organización de Países No Alineados reúne a 120 Estados y su presidencia la ostenta Azerbaiyán, miembro de la OCI. Estas estadísticas podrían explicar algunas conductas incomprensibles de la ONU.

 

Así que puede descartarse que estemos ante una mera disputa territorial, de simple espacio; cuando a la tierra se le pone el adjetivo de “Santa” ya la disputa toma un cariz religioso, la lucha por esa tierra se vuelve parte de la Jihad o Guerra Santa, que tiene el objetivo manifiesto de imponer el Dar Al Islam, el dominio musulmán, que implica aniquilar o someter incondicionalmente a los infieles.

 

Aunque para los judíos se trata de la Tierra Prometida, que Dios le concedió primero a Abraham y luego le confirmó a Jacob, en el judaísmo no existe nada equivalente a aquella guerra santa. Como religión no es proselitista, ni concibe la conversión por la fuerza, la aniquilación o sometimiento de infieles, como el Islam. La Milhemet Mitzvah, que podría traducirse como guerra por mandato o mandamiento, es mucho más que el “derecho de defensa” reconocido en occidente, entraña un imperativo, es una defensa obligatoria.

 

Finalmente, es un hecho notorio que dondequiera que se plantee un conflicto en la actualidad, inmediatamente las grandes potencias toman posicionamiento de uno u otro lado. Pero no sólo EEUU, como acostumbra rezar la izquierda al tratar del “imperialismo”, debe incluirse a Rusia como jugador en el tablero mundial, de inmediato a China, como la gran potencia emergente y en el Medio Oriente es imposible ignorar la presencia del Imperio Persa, que no es una potencia emergente sino que siempre ha estado ahí, presionando sobre occidente.

 

Habría que remontarse al primer imperio Aqueménida de Ciro II El Grande, 550 años AC, hasta Dario III, que terminó abatido por Alejandro Magno en el 330 AC. El Sasánida, que caería bajo el Islam en el 651 DC. El Safávida, del 1501 al 1722, convertido al chiísmo. Y el último, Pahlavi, desde 1925 a 1979, derrocado por la revolución islámica. Cabe preguntar si estos ayatolas son legítimos sucesores de aquellas dinastías; pero no podría dudarse que pretendan continuar el Imperio de los arios originarios.

 

Otro gran imperio que gravita sobre esta vasta región es el británico, que tiene la mayor responsabilidad en los desaguisados actuales, no solo porque ostentara el Mandato sobre Palestina después de expulsar al imperio otomano, contribuyera con los acuerdos secretos Sykes-Picot a los conflicto fronterizos entre los países que emergieron del proceso de descolonización, sino por la insidiosa hostilidad que siempre ha manifestado contra Israel y los judíos en general, desde las sucesivas ediciones del Libro Blanco hasta los actuales libelos difamatorios difundidos por la BBC de Londres.

 

Sería demasiado arduo remontarnos a las raíces del antisemitismo británico, siendo el primer país europeo en expulsar a sus judíos mediante un edicto de Eduardo I en 1290; pero es forzoso mencionar algunos datos sueltos que ayuden a entender esta compleja idiosincrasia que no es invención de la BBC o del diario The Guardian, sino que ellos la expresan.

 

La respuesta más fácil es que esta gente respira con la nariz de la Royal Dutch Shell, el gigante petrolero tan familiar en Venezuela y que fuera financista del Partido Nacional Socialista Obrero Alemán y el régimen de Hitler, antes, durante y después de la II Guerra Mundial. O bien de la British Petroleum (BP), antaño Anglo-Persian Oil Company, fundada en Irán en 1908 que, para frustrar su nacionalización, conspiró para el derrocamiento de la República y la restauración del Sha de Persia mediante un golpe de Estado en 1953.

 

Otra respuesta más difícil sería admitir que todo el dinero de Catar, antigua colonia británica y principal financista de Hamás, no bastaría para comprar el odio sincero que destilan ciertos presentadores de la BBC, como una que le espetó a Naftalí Bennett, quien fuera Primer Ministro de Israel, que las fuerzas israelíes “son felices matando niños”. El punto no es lo mucho que esa mujer debe haber acariciado esa frase antes de escupírsela a Bennett, sino la plácida acogida que tuvo en la directiva del canal y en el público, porque nadie protestó, por más que esa señora no pueda tener evidencia alguna de esa felicidad que le imputa a las FDI; pero todos ven a los árabes celebrando, danzando y repartiendo dulces cada vez que asesinan a un judío, sea hombre, mujer o niño.

 

En RU no existe sanción social al antisemitismo. Jeremy Corbyn, líder del Partido Laborista, ha ensayado con cierto éxito el antisemitismo político, fue jefe de la oposición y candidato a Primer Ministro. Roger Waters, airea su antisemitismo como un estandarte en sus conciertos para regocijo del público. Y no es inadvertencia: Apenas el teatro alemán le revocó un premio a la dramaturga Caryl Churchill por su militancia antiisraelí, decenas de intelectuales y artistas firmaron una carta pública para respaldarla. La solidaridad con el pueblo “palestino” es el barniz con que la aristocracia británica da lustre a un odio ancestral para hacerlo plausible, como si se pudiera ser antisemita y conservar la nobleza.

 

Quizás no se ha subrayado lo suficiente que no hay tirano que no sea antisemita o que este reproche no le calza a ningún liberal.

 

Luis Marín

07-12--23

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domingo, 3 de diciembre de 2023

EL 03D: ¡UN REFEREND0 TRIUNFAL!




EL 03D: ¡UN REFEREND0 TRIUNFAL!

Agustín Blanco Muñoz


Es el lunes 04 de diciembre. Ayer 3D el Referendo Consultivo fue un éxito. Muchísima gente votó y la mayoría por las cinco veces sí. Esto es lo que aspiraba y quería la convocatoria del gobierno. Y ahora, después de tan marcado éxito, qué sigue. Esta es la pregunta que se hace buena parte de la ciudadanía.

 

Dada la actuación de Guyana en los últimos tiempos, se entiende que comenzó a actuar de manera violenta, desafiante y enfilada en un plan para posesionarse   del lado norte del río Esequibo, territorio en reclamación, que alcanza los 159 mil km.  Autorizó la instalación de la ExxonMobil-EEUU en el lugar para que extraiga petróleo sin limitaciones. Nada aventurado pensar, a la vez, que puede estar programando la negociación del resto de riquezas minerales sembradas en el sitio y entre las cuales resalta el oro.

 

Toda esta violenta actuación llega al más claro desafío, cuando el presidente Irfaan Alí, el 24/11/23, iza la bandera guyanesa en la cercanía del territorio en disputa. Con esto parece decir que de esta unicación no los saca nadie, por contar con el apoyo de la fuerza de EEUU en todas sus expresiones.

 

Y a pesar de sus ventajas de hecho en el conflicto y en espera del dictamen de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) sobre el legítimo propietario de la zona en conflicto, solicita el 30/10/23 al propio organismo que suspenda el Referendo convocado por Venezuela para el 03D. El 01D la CIJ dará su veredicto, pero cualquiera sea el mismo, la actividad no será suspendida.

 

Y después del 03D, el gobierno estará obligado a no reconocer a la CIJ, oponerse a las pretensiones de Guyana de disponer del mar pendiente por delimitar y fundar el estado Guyana Esequiba. Ahora, eso significaría la salida de los intereses establecidos en los territorios venezolanos. ¿Pero se logrará este objetivo por vía de la paz y el entendimiento?

 

A esta hora la situación parece estar dirigida a la plena confrontación y los altos funcionarios gubernamentales venezolanos han dicho y repetido que ‘por ahora’ están con la paz y no quisieran verse obligados a combatir por los intereses de la patria.

 

Y por esto, al momento no se puede menos que desear no llegar a una franja tipo Gaza, en lo que respecta a muertes, destrucción, tragedia y toda oscuridad.

 

Sancho, ¿Cuándo llegarán los días de la vida en encuentro y paz, lejos de toda guerra y en plena creación de una verdadera humanidad en alegría y felicidad material y espiritual?

 

@ABlancoMunoz


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