domingo, 13 de diciembre de 2009

BOLEROS EN EMBUSTERÍAS

LOS BOLEROS EN EMBUSTERÍAS

Un regalo de música y poesía

Sobre estos boleros y muchos más disertará
Santiago González, este lunes 14 de diciembre del 2009
en la Cátedra Pío Tamayo
Sala “E” de la UCV / 6 pm

Escríbeme
Alfredo Sadel

Cita a las seis
Panchito Riset

Un simple payaso
Javier Solìs

Rayito de Luna
Los Panchos

Linda
Daniel Santos

Perfidia
Alfredo Sadel

Cuatro Cirios
Javier Solís

Total
Celio González

Inolvidablemente
Tito Rodríguez

Silencio
Ibrahim Ferrer y Omara Portuondo

Virgen de Medianoche
Daniel Santos

Perfume de Gardenia
Bienvenido Granda

Lamento borincano
Daniel Santos

Nuestro Juramento
Julio Jaramillo

El reloj
Lucho Gatica

Toda una vida
Antonio Machín

Espérame en el cielo
Antonio Machín

Espérame en el cielo corazón
Lucho Gatica

La Despedida
Daniel Santos

Somos
Leo Marini

Tú me acostumbraste
Olga Guillot

Bajo el palmar
Barbarito Diez

Rosa de Francia
Barbarito Diez

Como fue
Beny Moré
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SANTIAGO GONZÁLEZ EN LA CPT-UCV

Cátedra Pío Tamayo
Centro de Estudios de Historia Actual
IIES / FACES / UCV


FORO


I- BALANCE Y DESPEDIDA DEL AÑO 2009
¿QUÉ NOS ESPERA?
PONENTE
AGUSTÍN BLANCO MUÑOZ

II- QUE LA MÚSICA NOS ACOMPAÑE
EL BOLERO DEL GRITO POLÍTICO
PONENTE
SANTIAGO GONZÁLEZ


El propósito es claro terminante: hacer un balance de lo actuado en el año próximo a finalizar, con miras a tirar la mirada sobre lo que nos aguarda en la continuación de la tragedia que nos hace cada vez un mayor ex país.

En lo fundamental aspiramos trazar las grandes coordenadas para la organización que reclaman las circunstancias-tiempos que se avecinan cada vez con mayores señales de totalitarismo. ¿Hasta dónde nos llevará esta práctica autoritaria-militarista de directa inspiración y actuación dictatorial? ¿Surgirán las fuerzas-organización de la sociedad capaces de hacer frente a los monstruos que adelantan hoy la destrucción de lo que es cada vez menos Venezuela y más VENECUBA?

¿Seremos capaces de captar y aplicar a nuestra actuación las lecciones de Franklin Brito? ¿O dejaremos que una vez más la violencia, la imposición, el secuestro, la desaparición sepulten los gestos solitarios que se atreven a protestar, denunciar lo que a todos nos toca y compromete?

¿Forjaremos un colectivo comprometido a crear, mantener y fortalecer formas de lucha que signifiquen un verdadero reto a este régimen despótico y criminal?

Y a la hora de la despedida y a sabiendas de que aquí no hay nada que celebrar, reforzaremos el compromiso con la memoria de Jesús Eduardo Ramírez Bello, el último de los estudiantes caídos, de los centenares con los que ya cuenta no sólo la historia de esta fraudulenta ‘revolución’ sino también de una seudodemocracia.

Y al manifestar los deseos por una salud que nos permita seguir en la lucha indispensable, estaremos acompañados de Santiago González, un investigador en el área de la música popular y específicamente del género Bolero, quien nos dará un recorrido de esa creación desde el momento en el cual fue mera expresión romántica hasta llegar a llegar a grito político por la causa de la libertad, la justicia social y la reivindicación humana.

Sabemos que la música es no sólo uno de los más hermosos de los instrumentos de expresión del hombre-humanidad, sino que además es un instrumento vital de las luchas de las sociedades, del empeño de los individuos, de la gestión de quienes están empeñados en juntarse para la tarea de construir una historia sin violencias, desigualdades y masacres.



LUNES 14 DE DICIEMBRE DEL 2009
SALA “E” / 6 pm

Coordinadores
Agustín Blanco Muñoz / Mery Sananes / Danielita Barrolleta
Tlfs 6052536 / 6052563 (0416) 638-7320 (0414) 333-6515
abm333@gmail.com / merysananes@gmail.com / dbarrolleta@gmail.com
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viernes, 4 de diciembre de 2009

PRESENCIA FASCISTA EN ESTA VENEZUELA



Cátedra Pío Tamayo
Centro de Estudios de Historia Actual
IIES / FACES / UCV


CONVERSATORIO


¿TIENE PRESENCIA Y PROYECCIÓN EL FASCISMO
EN LA VENEZUELA ACTUAL?


Objetivo: Someter a estudio y discusión el tema de la caracterización del régimen que controla hoy la sociedad venezolana. A nivel oficial se habla de revolución bolivariana y socialista del siglo XXI. Algo que va más allá del socialismo real y, por supuesto, del capitalismo. Estamos ante algo enfilado hacia una gran novedad: un socialismo que dejó atrás al conocido para presentarse como la nueva y gran creación.

¿Pero hasta qué punto resiste la crítica la existencia de un socialismo que nadie llega a decir qué lo define y diferencia del anterior o socialismo del siglo XX?

Difícil en definitiva que alguien pueda sostener con alguna propiedad que estemos en el camino o transición hacia un tal socialismo del siglo XXI que, si nos dejamos llevar por el discurso del golpista-presidente (GP), se hace a partir del enfrentamiento entre burgueses y proletarios.

¿Habrá que admitir que el espectáculo y robo bancario, por ejemplo, es una muestra de esas luchas? ¿Proletarios del gobierno contra los burgueses depositantes?

Está claro que el socialismo bolivariano, enmarcado en el esquema marxista-leninista avanza en el plano de su confusión, frente a una práctica que sigue los lineamientos del antiguo régimen capitalista.

Y ante esta evidencia es necesario preguntar si en nuestra sociedad prevalece la llamada institucionalidad democrática que sirva de expresión política a las estructuras económicas y sociales del capitalismo.

Y se puede ir más allá para inquirir respecto a la presencia aquí del capitalismo y a la vez del llamado socialismo y la democracia. ¿Está vigente en este medio un socialismo democrático? ¿Qué es en esta hora lo capitalista, lo socialista y lo democrático?

¿Quedó atrás la acción autocrática que concentra todos los poderes y decisiones? ¿En medio de la autocracia militarista puede desarrollarse un socialismo democrático?

A la reflexión de este tipo de problemas inducen los planteamientos del investigador en lo económico, político y social, Humberto Garcia Larralde, para quien el régimen vigente tiene una clara inclinación hacia el fascismo y el totalitarismo.

Por ello es importante debatir, y a eso invita el autor de EL FASCISMO DEL SIGLO XXI, sobre los rasgos de un proceso que comenzó en el campo del golpismo para pasar luego a la condición de supuesto continuador de la llamada democracia, para arribar después al esquema del socialismo del siglo XXI, que es copia en lo esencial del fracasado modelo cubano y que termina en identificación con rasgos fundamentales del fascismo.

Ahora bien, de este planteamiento se desprende un tema que debe ser abordado en toda su extensión: ¿Cómo salir de un régimen de clara inclinación totalitario-fascista y negador de toda democracia? ¿Es posible producir una práctica electoral transparente, que pueda llevar a la derrota a un mando-poder de este corte? ¿Se puede combatir el fascismo-totalitarismo a punta de votos y acciones de paz y amor?

Si no se enfrenta un régimen de este calibre por la vía de la violencia organizada, y si a la vez se cierra la salida electoral-democrática con los efectos del fraude-trampa ¿cómo construir un camino alterno? ¿Se podrá avanzar en la formación de un cuadro en el cual la fuerza social organizada sea el actor principal para la construcción de otra historia?

Esta es parte de la temática a la que invitamos a discutir, a partir de los planteamientos contenidos en esta obra, de reciente aparición, que significa un aporte para el debate indispensable e impostergable sobre estos duros tiempos que estamos obligados a superar.

La obra podrá ser adquirida en este conversatorio a precios especiales.


EXPOSITOR
HUMBERTO GARCÍA LARRALDE


MODERADOR
AGUSTÍN BLANCO MUÑOZ

LUNES 07 DE DICIEMBRE DEL 2009
SALA “E” / 6 pm

Coordinadores
Agustín Blanco Muñoz / Mery Sananes / Danielita Barrolleta
Tlfs 6052536 / 6052563 (0416) 638-7320 (0414) 333-6515
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domingo, 8 de noviembre de 2009

CPT - DEBATE SOBRE LOS NINI EN LA UCV


Cátedra Pío Tamayo

Centro de Estudios de Historia Actual

IIES / FACES / UCV

DEBATE ABIERTO

LOS NINÍ: ¿UN MOVIMIENTO QUE DEBE MORIR O ACTUAR POR LA CONSTRUCCIÓN DE LA VENEZUELA QUE TENDRÁ QUE SER?

OBJETIVO: Debatir sobre lo que se ha dado en llamar los NINI con miras a establecer forma y razones de su surgimiento hasta convertirse en una de las manifestaciones fundamentales de nuestra realidad política actual.

Las encuestadoras señalan que hoy los NINI constituyen más del 50% del electorado y que es la fuerza que, de acuerdo a la política de convencimiento que se ejerza, puede inclinar el voto en una u otra dirección. A este respecto surge una pregunta que consideramos esencial ¿Es el NINI un fenómeno único-unitario al cual, todavía hoy, se le puede manejar y conducir, como cordero al rebaño (por no decir matadero) que decidan los dueños de la empresa electoral?

En forma insistente se ha dicho que los NINI constituyen una fuerza espontánea producto de los más variados desencantos. Es un conglomerado que está en el escenario político a la espera de quien haga una política para realizar su captación. ¿Es esta una forma seria y rigurosa de entender el asunto?

¿Puede alguien negar que este es un momento caracterizado por una profunda descomposición política que se junta a muchas otras? ¿Quien puede mantener con alguna solvencia que aquí existen partidos como organizaciones político-ideológico-programáticas que vayan más allá de la compra-venta de votos como un medio para lograr espacios de mando-poder?

Y si esto es así, resulta a propósito el planteamiento destinado a abrir un espacio para explorar, desde la propia visión de quienes se asumen como NINI, si procede una organización para quienes son señalados hoy en lo estadístico como la primera fuerza electoral.

¿Es posible organizar este colectivo en forma horizontal, que permita a la vez abrir un gran debate en términos de una amplia política y una gran apertura ideológica? ¿Un movimiento abierto, que no se cierre en los círculos tradicionales que tan bien conocemos, que tenga continuación y sume fortalezas en muchos otros movimientos?

El propósito es ubicarnos en una nueva y creadora perspectiva que esté orientada por el empeño de convertir la comunidad de habitantes, hoy atrapada entre los dos bandos de una polarización que aspira liquidarla, en verdadera condición de ciudadanía que, en sentido estricto, signifique el asumir colectiva, consciente y responsablemente la misión que a cada quien en particular le corresponde para garantizar la existencia y funcionamiento de un nuevo modelo político, distante del pasado político-electoral que tiene tanto de fracaso y frustración.

Porque podríamos llegar a la convicción de que en la realidad no existe el NINI, tan voceado y desprestigiado por muchos comentaristas políticos, y que un examen más profundo de la cuestión nos señale que lo así nombrado es la expresión del repudio que ha generado la política (por no decir politiquería) impuesta por las dos minorías que se sienten primeras actoras y dueñas de nuestro acontecer político.

Consideramos que con esa denominación NINÍ, se pretende ocultar la presencia de una fuerza social que potencialmente podría ponerse por encima de los dos polos de la derrota y la destrucción. Y si estamos convencidos de que la salida a la profunda crisis pasa por la superación de esas dos entidades que la sostienen -oficialismo y falsa oposición- es inevitable pensar en otro camino.

Y este debe ser el punto esencial de este debate. Los llamados NINI: ¿Una fuerza que debe morir o proyectarse en la política venezolana actual como lo que realmente es? Ni lo de antes ni lo de ahora: ¿lograremos desde el presente ser el después?

¿Podremos desde este ahora, que no es sino una triste continuación del antes, lleno de miserias y descomposición, de tragedias crecientes y desesperanzas que inmovilizan, de amenazas y represión, de una violencia desbordada y un proceso de destrucción que alcanza niveles inimaginables, construir un después que rompa los esquemas del tiempo, y comience desde el futuro a romper los moldes del hoy y del pasado?

Ese es el reto mayor. Ha llegado la hora de un debate que implica a muchos. Y la primera obligación de quien se aparte de los esquemas politiqueros planteados es participar para ayudar a enriquecer los planteamientos para la acción que nos garanticen la salidad de esta terrible condición de ex-país. Y a esa tarea convocamos.

MODERADOR

AGUSTÍN BLANCO MUÑOZ

LUNES 09 DE NOVIEMBRE DEL 2009

SALA “E” / 6 pm

Coordinadores

Agustín Blanco Muñoz y Mery Sananes

Tlfs 6052536 / 6052563 / 0416-6387320

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domingo, 25 de octubre de 2009

JOSÉ GUERRA EN LA CPT


Cátedra Pío Tamayo

Centro de Estudios de Historia Actual

IIES / FACES / UCV

FORO

LA COYUNTURA ECONÓMICA

¿VAMOS HACIA UN

MAYOR HUNDIMIENTO?

Objetivo: reflexionar sobre la profunda crisis económica que recae hoy sobre esta Venezuela con miras a establecer las grandes coordenadas de lo que nos espera en el orden hIstórico.

¿Es posible una recuperación económica a partir de las políticas vigentes? ¿Se mantendrá esta "revolución" con un aparato productivo que, según reconoce el Ministro Giordani, no ha podido reactivar a lo largo de una década?

La bono-economía: ¿nueva salvación de Venezuela? ¿Se podrá realmente controlar la inflación? ¿Se logrará detener el creciente conflicto laboral? ¿Adquirirá esta crisis ecómica suficiente 'jerarquía' para convertirse en impulso de nuevo estallido social capaz de acabar con la 'revolución socialista del siglo XXI? ¿Cómo librar a Venezuela de este hundimiento-descalabro mayor?

PONENTE

JOSÉ GUERRA

LUNES 26 DE OCTUBRE DEL 2009

Sala 'E' de la Biblioteca Central de la UCV / 6 pm

Coordinadores

Agustín Blanco Muñoz y Mery Sananes

Tlfs 6052536 / 6052563 / 0416-6387320

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domingo, 4 de octubre de 2009

CARTA A JOSE PIO TAMAYO



Esta carta a Pío Tamayo fue escrita hace veintiséis años. Entonces como ahora queríamos romper el cerco de silencio que se ha dispuesto sobre una vida y un pensamiento que están por rescatar en un tiempo cercado de pasado.

Hoy, a 74 años de su escapada a las crestas de sus montes tocuyanos, la volvemos a publicar, con la intención de que despierte en sus lectores anhelos de conocer a este joven tocuyano que, armado con su idealidad avanzada, y en medio de una tiranía que no le perdonó ni su actividad política, ni su pensamiento de avanzada, supo sembrar en este continente infinitas semillas de porvenir que aún aguardan para germinar.


Pío

Es como si el mundo se hubiese convertido en una inmensa sepultura. En un oscuro calabozo. Y los hombres hubiesen olvidado que más allá de los muros amanece cada día renovada la vida. Que más allá de los ruidos, la naturaleza desgrana su concierto de hojas y alas. Que más allá del horror están los sueños. Y más allá de la quietud el corazón aguarda el territorio exacto en el que habrá de desplegar su oficio aventurero y peregrino.

Es como si el tiempo sólo hubiese servido para cambiar de traje a los tiranos, de nombre a los carceleros, de rostro a la opresión. El gallardete de la muerte que se quiso aferrar a tu nostalgia viajera, a tu nave de arcones piratas, a tu melancolía colmada de infinitos, se enseñoreó sobre esta tierra, sin que le hubiesen dado batalla. Ya lo habías intuido desde tu combate solitario y desigual. Y lo habías advertido para que se redoblara la pasión libertaria, la aspiración justiciera. Pero adivinaste, más que la fortaleza del enemigo, la fragilidad de quienes lo adversaban, y pudiste prever el porvenir inmediato en el cual se acordarían los bandos opuestos y se reconciliarían las ideas en pugna. Por eso, Pío, sé que hoy no sentirías asombro alguno, porque vi muchas veces posarse en tus ojos, como pena de aguacero, la certeza de que los hombres no habían aprendido aún tu canción de guitarra y amapola.

Es como si se hubiese enterrado la esperanza. Y por eso, Pío, hoy he venido a buscarte una vez más, porque necesito las cuatro rosas de tu pecho, la banderola de tu amor, y tu palabra de tallo de maguey, para hacerme viajero de la noche hasta la mañana aurorada en que te encuentre de pie, celebrando la victoria.

Por eso te escribo hoy con la voz oscura de estos tiempos, pero con la dúlcima alegría de haberte conocido, de haberme detenido en tu tristeza, en tu pasión, en tus inmensas ganas de vivir. Y querer prolongarlas, multiplicadas en la vida que otros te inventarán, en la que repartiremos el saco de confetis de tus besos, las canciones que el sol dibujó sobre los ríos claros de tus años y los amaneceres que me construí moldeados desde tu puro corazón.

Pero ¿cuál carta habré de escribirte primero? ¿Cuál he de contestar? ¿La que me escribiste el día de tu partida, cuando recorriste los campos de tu tierra, los azahares de tu huerto, los muros de la vieja casona, el abrazo de la madre, los muebles de tu cuarto, para emprender la aventura de ser un hombre a la medida de tu corazón? ¿O las que me escribías, apoyado en el viejo piano del ‘Júpiter’ mientras soñabas a ritmo de brisa y colibrí? ¿O aquellas en que las letras saltaban al compás de las piedras del camino, mientras conducías camiones relucientes de polvo y metal? ¿O aquellas misivas pequeñitas, escritas a las orillas de los libros que devorabas en la biblioteca de Don Bartolomé?

Recuerdo las que enviaste desde la flor de la caña y la miel de su tallo, donde te colmaste de toda la dulzura que después te fuiste a repartir a manos llenas. ¿Contestaré a aquellos primeros versos en los que amoroso dibujaste versos de azúcar y confituras de amor? ¿O, Pío, a los primeros sonrojos de tu corazón enardecido de justicia, desbordante de libertad? Llevo grabada la dimensión del sueño, la decisión del combate, la convicción honda de que la vida triunfará sobre los tiranos. Y tengo envuelta entre hojas de membrillo y azahares tu mirada limpia, de lluvia y manantial, derramada sobre los tiempos, como una canción que no ha sonado todavía.

Son tantas las cartas. Pío, que es como si hubiesen llegado todas juntas. Como si de pronto una mágica y milagrosa solución hubiese mojado los papeles haciendo aparecer por doquier el trazado nervioso de tus letras. Cartas que me sabía de memoria porque cada noche me las recitaba la brisa. Cartas que algún menguante dejaba en silencio hasta la próxima creciente. Y cartas nuevas, venidas de todos los sitios donde sé que estás, repartiendo besos de caramelo y la rosa de los vientos de tu amor iluminado. Cartas que suenan a espigas que crecen, a zumo de caña que se destila, a vertiente de agua clara.

¿Cuál habré de contestar primero? ¿A las muchas que me escribiste desde cada puerto al que arribaste, cada casa amiga donde fuiste a hacer posada? ¿Desde cada bajel que te llevaba de nuevo, sin rumbo fijo, buscando conjurar los males, dejando la simiente siempre renovada de tu dulzura? ¿O aquellas en que hacías profesión de fe militante, en que entregabas tu pecho, como rosa abierta a los disparos del enemigo? ¿A las del poeta enamorado de todos los amaneceres de la vida? ¿A las del hijo que se detuvo en las embusterías de la madre para inventar viajes nunca antes imaginados? ¿A las del hermano amoroso, las del amigo oferente y solidario? ¿O, Pío, aquellas desgarradas, terribles en que fuiste diseñando la medida de la muerte que otros quisieron entregarte, sin saber que no podrían destruir jamás la canción que salía inmensa de tu corazón?

Ocurre Pío que también mis cartas han ido al encuentro de las tuyas. Y hasta he tomado prestado cartas y versos y palabras que he recogido para enviártelas prendidas de un anochecer, o adheridas a las grietas de los muros, para colarme hasta tus sitios con el olor de los campos. Cuántas no te he escrito, Pío. Cuántos mensajeros no he tenido para hacerte llegar señales de almíbar y cantos de guerra que sostuvieran tu vigilia, acompañaran tus horas. Cuántas veces, Pío, no me doblé hasta los pliegues de los ojos de la madre para junto con ella llevarte o mi modo de quererte y detenerme sobre las neuralgias que se asentaban en tu frente, esparciendo una canción de cuna para tus aventuras.

Cartas arrugadas y dobladas muchas veces para burlar la vigilancia y las requisas. Papeles mágicos y encantados que la alquimia transmutaba en un hermoso mapa de paisajes. Cartas que el fuego enemigo quiso volver cenizas y que convirtió en antorchas. Cartas de amor sin carceleros. Cartas que no fueron leídas ni escuchadas pero que anduvieron en el correaje del tiempo, tocando a tu puerta y a la mía, asomadas en las risas de los niños, en los ojos de la madre, en la melancolía de la novia, en la convicción del combatiente, a orillas de todos los sueños.

¿Sabes? Estuve entre los manifestantes reprimidos de Panamá y entre los rostros de los hombres de pueblo que recorriste, enastada en el pecho la banderola roja de tu amor. Contigo navegué el Mar de Dairén hice travesía por todos los puertos, con tu inquietud de poema comenzado. Te acompañé a las reuniones clandestinas, en las detenciones y las salidas apresuradas. Hice de aprendiz de tipógrafo y me anduve entre los inmensos rodillos que fabricaban los diarios, adherida a tus crónicas, tus reportajes, tu verso submarino y musical. Y contigo me fui hasta las fronteras, buscando una trocha, un piquete, que condujera al centro mismo de la tiranía.

Estuve en tus botas claveteadas de agricultor e hice mi aprendizaje de la vida en las hazañas de las que fuiste floricultor. Estuve mientras se cuajaba el maduro verdor de las sementeras en sazón, entre cañamelares y maizales, haciendo camino de arado, señal de azada sobre la tierra. Estuve en el agua del arroyo que bebió el campesino con sus manos y entre los versos primeros que manaron del Tonel de Diógenes. Estuve junto a ti cuando escuchaste, venida de la cresta del monte, resonar la melodía de la vida que hizo morada en la cima volcánica de tu corazón. Estuve entre los primeros libros socialistas, en las discusiones en las que tu emoción fue dibujando una historia del hombre distinta. Y estuve en tu convicción revolucionaria, en tu certeza de que la decisión significaba una entrega abierta y sin reveses. Y estuve en la alegría que siempre acompañó tu combate.

Estuve en las mismas alas del avión de Lindbergh. Y si no estuve en el cortejo de la Reina Beatriz I, sí estuve Pío en el silencio emocionado que recogió tu verso de indio tocuyo. Y estaba a tu lado cuando te prendieron y te llevaron y te encerraron. Estaba allí entre los estudiantes, en el castillo, recibiendo tus clases diarias, tus charlas al anochecer, tu lección de idealidad avanzada, haciendo de clavo y soporte para el paño rojo de tu carpa. Y cuando te dejaron solo, me oculté entre las telas desgastas del viejo catre, para acompañar el ritmo de tu tos. Y estuve en el espasmo de tu respiración. Y me escondí en las ampolletas con las que dabas la batalla a las fiebres y las infecciones. Y ¡ay! Pío me aferré a la repisa aquella que se llevaron los verdugos y entre las cenizas eché a correr la pena de no ser fragua y vendaval. Estuve en el Toque de Animas de Alcides. Y me ovillé entre los grillos queriendo hacerlos más livianos.

Estuve sentada a la mesa de tus afectos los 24 de diciembre y nunca llegué tarde un año nuevo para ser mensajera de tus bienaventuranzas. Estaba, Pío, entre quienes prolongaron tu vida con el afecto que te derramaron. Junto a ti, en el banco del parque, donde salías a enviar recados de rocío. En el barrio Namur, bajo un candil que se agigantaba para no dejar apagar tu rumor. Candil que la muerte quiso secar que sólo pudo convertir en fogata. Y estoy, Pío, entre quienes hoy seguimos prolongando por siempre y para siempre tu claro sentido de la vida, tus sueños hechos a la medida del hombre, tus besos de caramelo y tus versos de cañamor.

Prendida estuve entre las cuerdas de tu garganta para sostener la voz rota en la que resonaban aún melodías maravillosas. En la delgadez de tus manos de sembrador y artesano. En el paso rápido de la madre que convirtió tus quebrantos en suspiros de brisa. Debajo de los almohadones que la ligereza de tu cuerpo apenas doblaba. Y estuve de pie entre tus risas primeras, en el gesto que regalaste a la novia y en el amor que ella te entregó como un estandarte que habrías de llevar a donde fueras. Estuve entre las ventanas abiertas por donde te asomaste al mundo. En el ruido de las multitudes, en tu tristeza y en tu esperanza. Signos clandestinos que sólo el corazón sabe descifrar.

Estuve, Pío, en los rayos del sol que se hicieron arcoiris para siempre en la cuenca de tus ojos. En las guirnaldas de flores que trenzó el amor de los campesinos. En la tierra que se hizo surco, nunca sepultura. En el largo llorar de la madre y en el lago vivo que nunca se hubo de colmar. Estoy en el futuro y en el camino que recorres. En la sonrisa con la que venciste el dolor. En la caricia, Pío, de balada. En los horizontes que no se cuajan jamás. En tus deseos infinitos de vivir. En los pechos socialistas que habrán de abrirse en macetas de rosas.

Y por todo eso vine hoy a escribirte, Pío, he venido a buscarte. Porque si otros tal vez quieren ejercer de sepultureros, yo indico los surcos por donde has de crecer una y otra vez. Los sitios en los que estás, altivo el rostro, oferente tus manos, dúlcima tu mirada. Los campos de batalla en los que están junto a los fusiles que disparan y junto a los que tus manos recogen para que sólo sirvan para construir la vida, que no la muerte. En las cárceles y las mazmorras donde tu presencia es arroyo claro y flor de caña. En los campos llenos de sol en los que eres espiga y colmena. En los espacios abiertos, iluminados de luna, en los que eres el amante para los hijos que habrán de nacer, para edificar la vida inmensa. Yo doy tus señas, Pío, para que otros como yo vayan a tu encuentro. Que necesitamos como nunca tu afán aventurero, tu templanza de indio tocuyo y tu dulzura de confitura de merey, para irrumpir en la oscuridad con los hilos de fósforo de tus días de yunque y fogata.

05 de octubre de 1983

mery sananes
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sábado, 3 de octubre de 2009

A 74 AÑOS DEL ASESINATO DE PIO TAMAYO


CÁTEDRA PÍO TAMAYO
CENTRO DE ESTUDIOS DE HISTORIA ACTUAL
UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA


A 74 AÑOS DEL ASESINATO
DE PÍO TAMAYO


¿QUÉ HA CAMBIADO EN LA POLÍTICA Y
LA EDUCACIÓN EN ESTE EXPAÍS?

Ponentes

AGUSTIN BLANCO MUÑOZ
MANLIO SARDI

Lunes, 05 de octubre del 2009
Sala 'E' / 6 pm


Desde las 5 pm estará a la venta
en la entrada de la Sala
el último título de ABM /

El 11A-02: YO LO VI LLORAR


Precio Solidario

Entrevista al Capitán Otto Gebauer Morales
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ABM EN 'YO PROMETO'




Este Domingo

04 de octubre del 2009
A las 10 PM

AGUSTÍN BLANCO MUÑOZ

estará como invitado en


"YO PROMETO"

CON NITU PÉREZ OSUNA


Para hablar sobre el libro que ahora toma la toma la calle:


El 11A-02 YO LO VI LLORAR


Pedidos

Cátedra 'Pío Tamayo' UCV (0212) 605-2563 / 605-2536 / 550-0784
(0416) 614-0116 / (0416) 638-7320 / (0414) 333-6515 / (0412) 730-9842

fundatamayo@hotmail.com / merysananes@gmail.com / dbarrolleta@gmail.com
abm333@gmail.com / anamerce1@hotmail.com
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martes, 29 de septiembre de 2009

HABLA EL CAPITÁN OTTO GEBAUER MORALES

HOY TOMA LA CALLE EL TOMO 21 DE LOS
TESTIMONIOS VIOLENTOS DE AGUSTÍN BLANCO MUÑOZ

EL 11 A: YO LO VI LLORAR
HABLA EL CAPITÁN OTTO GEBAUER MORALES
EL HIJO DE DALILE




Este testimonio del Capitán Otto Gebauer es un expediente a la sobredescomposición que ha alcanzado este expaís. Su examen de las Fuerzas Armadas deja en claro sus fallas y deficiencias, su debilidad y fracturas, acrecentadas por el llamado régimen ‘revolucionario’ que las coloca materialmente en el camino de la extinción.

A Otto Gebauer le asignan la tarea de custodiar al detenido, a raíz de la masacre acometida el 11 de abril del 2002. Y como tal es testigo de excepción de lo que sucedió en esas 72 horas (en el periplo Miraflores, Tiuna, Turiamo, La Orchila y Miraflores) que marcan el colapso, a nivel del llanto del golpista presidente, hasta su restitución.

La actuación de cada uno de los militares al mando de las FA, según Gebauer, es la mejor muestra de la cobardía, la complicidad, el acomodo, y la falta de ética y capacidad político-militar.

El golpista-presidente pasó de la condición de renunciante, que solicitaba exclusivamente viajar a Cuba, a ser restituido por los mismos que supuestamente lo depusieron. Y esa condición de testigo le costó a Gebauer una sentencia de doce años acusado de haber privado de libertad al renunciante. Otto, como él mismo lo expresa, es un preso de Chávez.

En su exposición, Otto Gebauer cuenta su experiencia durante quince años en la institución militar y da cuenta de los elementos que minaban la moral y la autoridad de esas fuerzas, hasta llegar al grado de total resquebrajamieto moral y militar en el período de esta tal revolución.

En este momento, cuando el régimen radicaliza sus posiciones y cierra paulatinamente las posibilidades de expresión y de protesta, este libro contribuye a crear conciencia y a despertar al colectivo para las tareas que tenemos por delante.

Invitamos a leer este documento excepcional, que revela en toda su crudeza la esencia y condición de este régimen, para que sirva de prueba, de expediente, de base y fundamento a la tarea de detener esta masacre, estas continuadas injusticias, este estado de fuerza que nos gobierna.

PEDIDOS

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martes, 21 de julio de 2009

HOMENAJE A EDUARDO GALLEGOS MANCERA



Anoche, 21 de julio del 2009, a las 6 pm, en la Sala E de la BCUCV, presentamos el libro de titulado Comunista por siempre. Habla Eduardo Gallegos Mancera, de Agustín Blanco Muñoz.

En el acto intervinieron Jerónimo Carrera, Mery Sananes y Agustín Blanco Muñoz. Como moderador estuvo Rómulo Lares.

Le fue otorgado a Eduardo, la máxima distinción de la Cátedra Pío Tamayo: la de MAESTRO FLORICULTOR. La recibió en su nombre la Señora Cecilia Gallegos de Núñez, quien a su vez, esparció sobre el libro, para el inicio de sus correrías, los rojos hilos de un clavel encendido.


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CARTA A EDUARDO GALLEGOS MANCERA


FILTRADOR DE TRISTEZA Y
SOÑADOR DE ALQUIMIAS



Eduardo

El tiempo es una vasija que se llena con la vida. Y tú estás hecho de un barro que filtra todas las tristezas hasta hacer del dolor una ofrenda de aguas a tus camaradas.

No puedo sintetizar tu andar de otra manera, que con esos elementos primigenios de la vida: la tierra, el agua, el aire y el fuego. Porque en ti se convierten en sol las medianoches, en ejercicio vital los menguantes, en hacer permanente todas las estaciones.

En ti se reúnen, Eduardo, cualidades que son el eje y esencia del ser humano que no ha sido fracturado en su geografía vital. Tu gran hazaña es, por barro aniquilador de impurezas, haber resistido y nunca haber dejado de soñar espacios en los que todos los torrentes son cristalinos.

Sí, ya sé, vienes de raíces de agigantías que cincelaron tus susurros. Pero un buen día, tal vez acicateado por aquello que no tenía concordancia con ese corazón de niño que jamás dejaste de cultivar, tomaste las riendas de un viento suave, en busca de sueños que aún no habías logrado, porque aún no conocías hasta donde es capaz de llegar el dolor.

Recuerdo que te hiciste médico porque te empeñaste en aquello de que era necesario prevenir y curar la enfermedad. Y le diste campo a tu vocación de curandero de cuerpos con capacidad para asomarse a los sueños truncados para saber del camino de los males.

Por ello ibas más allá del individuo que venía a ti en busca de alivio, para tocar las raíces de una sociedad que encontraste quebrada y descompuesta.

Entonces este era un país de organismos solitarios que no se tocan ni se encuentran. Y por esa dirección encauzaste tus esfuerzos de amolador de dificultades y sembrador de perspectivas. Te fuiste, sin embargo, bajo la convicción de que la medicina aplicada hasta ahora en esta golpeada Venezuela, no lograba trascender al individuo solitario. Y aún no lo logra.


No ha habido aquí cobijo para un colectivo sano y con disposición a realizar la aventura de la otra historia. Por ello en ti, en aquel 03 de julio del 1998, en el que te nos escapaste, ascendiendo tal vez en volutas hacia las nubes, a sabiendas de que regresarías, estaba la sombra de la realización que no había sido y que aún sigue en los territorios de la espera.

Ya cuando te hiciste político sentías que lo aprendido en las aulas era insuficiente para enfrentar el dolor predominante en tu sociedad. Por ello Ingresaste a las filas de una organización que proponía el más alto vuelo y que no se detenía en lo transitorio sino que se imponía una tarea de gigantes: recomponer la vida, reconstruir la sociedad, crear un tiempo y una historia de humanos en la que los dioses pasaran a su sitio celestial.

Y consecuente con esto, te apartaste de por vida de todo aquello que forma parte de la vieja historia de los privilegios. Desde entonces asumiste la convicción de que lo supremo es el logro y esparcimiento de la alegría hasta alcanzar un inmenso caudal que haga de cada individuo una conciencia social y una decisión de lucha por el colectivo que tendrá que ser centro y arma mayor de la historia de hermanos verdaderos que fue el inicio y fin de tu utopía, un sueño que todavía está por levantar.

Por todas estas cosas, Eduardo, no podía ser fácil tu ruta porque vivías para soñar imposibles. Porque siempre fuiste portador de esa virtud esencial de los niños y de los poetas llamados a dejar a un lado lo doméstico, para avanzar persistentemente en la labor de ser soñador de alquimias.

Y así fuiste tejiendo tu vivir. Y sobre esa esperanza niña de tus amaneceres te sostuviste por encima de todas las quebraduras, todos los desgarramientos individuales y sociales, que te tocó presenciar en el transcurso de ese siglo XX, tan lleno de ilusiones pero tan terriblemente habitado por la muerte.

Y lo hiciste para que llegásemos a adquirir una dimensión para el hacer y el vivir distinto al que se había sembrado y aún perdura en la historia de un hombre que no ha alcanzado su humana condición. Porque aún seguimos, Eduardo, carentes de porvenir.

Cómo entonces, Eduardo, no venir a escribirte hoy, cuando soltamos tu palabra y tu alquimia, tu barro filtrador de tristezas, para que vaya a irrigar la historia, sembrarle una estrella fija, con exacta puntería, en el ojo del hombre, para que la noche, como decías, ahíta de luz, emprenda la fuga.

Porque de eso trata este libro. Agustín te conoció por los informes políticos de Jesús Flores, el sindicalista de la harina, poeta de la avena y maestro de comunismo en el Maracay de los 50. Y desde entonces supo que en algún momento se detendría en el puerto de tu mirada llena de ternura, de tus posiciones radicales en cuanto al deber ser de un revolucionario, en tu amistad que galopaba por encima de cualquier formalismo, en la poesía de la que está y sigue estando llena la vasija de tu tiempo, para recoger tu testimonio y esparcirlo con tu alquimia.

Y eso hemos venido a hacer hoy y aquí. Por todo esto sé, Eduardo, que no te escribo en ausencia. Porque tú estás en cada uno de nosotros, en los que aún sobrevive la ilusión por encima de los destructores, la vida más allá de los sepultureros, la valentía de ser niños por encima de esa almidonada presunción de ser gente grande y con posiciones definitivas.

Y te escribo en la certeza y convicción de que tu vida y tu hacer, tus mensajes, tus lecciones y poemas, son como nunca necesarios e imprescindibles en este tiempo sin vasijas, en este vivir que sabe a pena honda.

Porque lo más sorprendente de ti, Eduardo, es tu capacidad para afirmar: soy comunista por siempre. Y sin embargo, en tu memorial de ese tiempo, ese ser comunista, que siempre será tu sello, no se inmuta para hacer una verdadera radiografía de los errores y desaciertos, de las desviaciones, de los tropiezos.

Pero no te erguías como juez, porque ese no es tu oficio. Tú revelabas la enfermedad sin perder de vista el contexto social que la produce. Por eso no te cansas de alertar que el deterioro de la estructura del hombre de este tiempo está unido a una explotación, creadora de los males que tocan desde el cerebro hasta la última célula de la existencia.

Y de allí tu empeño en las cualidades de un revolucionario. Si esos dones, de los que tú eres maestro permanente, se daña, se doblega, se confunde, el trabajo comunista deja de serlo. Y la ilusión se pierde. Y no sólo te tocó advertir esto a nivel del comunismo venezolano. Tú pudiste, precisamente, por no aceptar un mundo dividido entre superiores e inferiores, conversar de igual a igual con los grandes dirigentes de la revolución a nivel mundial, ya fuese, Mao Tse Tung o Khrushchev. ¡Y hasta pusiste a Ho Chi Min a cantar ‘Bela Chao!

Y con ellos discutiste y diferiste. Y explicabas una y otra vez que la revolución, entendida como un estadio en el cual el hombre, en colectivo, alcanza su verdadera función de ser humano, es un hacer que no se planifica desde las cúpulas, desde las minorías beneficiarias, desde las mismas ambiciones de poder, sino desde las vertientes de agua purificada de un colectivo consciente y organizado.

De manera que en el testimonio que dejaste establecido en el libro con ABM, y que ahora comienza a dejar más registro de tus huellas, hay planteamientos que tienen que ser rescatados por quienes se imponen hoy la tarea de revolucionarios.

En ese hermoso y terrible testimonial, está el trayecto de una ilusión que perduró a través de todas las pruebas, pero también el ojo crítico de quien distingue los errores, quien es capaz de corregirse y corregir, quien pone toda su vida y condición a la tarea de la redención de la humanidad, como pedía Pío Tamayo.

Por eso, te digo, Eduardo, el tiempo es una vasija que se llena de vida. Y el tuyo es un barro que filtra todos los males para ser ofrenda de aguas cristalinas a quienes se acerquen a tus manantiales de ternura, de poesía, de verdades que no son estrictas, a tu inagotable alegría, a tu indomable postura de militante comunista, que para ti es ser militante de la vida en permanente ejercicio solidario con el otro, que es tu hermano.

Y hoy he venido a escribirte, Eduardo, porque tal vez es el producto de recoger infinidad de jirones que la historia nos ha enseñado en este transcurrir después de tu ida hacia confines más profundos de la existencia.

Pero tenemos entre los pliegues de las alas guardadas tu resistencia de minero, tu terquedad en la razón justa, tu camino persistente y esa convicción inamovible de que no seremos capaces de construir un mundo distinto, si antes, nosotros, en nuestro interior, no alcanzamos ese grado de humanidad que tú nos enseñaste.

Por todo eso, Eduardo, tú permaneces tanto en los tiempos en que requerimos esa sencilla lección de ser quienes debemos ser, como en los tiempos de floreceres que algún día llegarán a éstas y todas las tierras de este planeta devastado y maltrecho, en los que tú andarás celebrando como el niño que sigues cultivando, las alegrías sencillas del pan que se reparte, de la casa que duerme abierta para que por ella entre el amor a manos llenas, del crepúsculo que nos deja sus señales estelares cada día para ver si alguna vez aprendemos a deletrear sus secretos.

Me despido, Eduardo, llevándome prendida tu ternura, tu coraje, tu temple acorazado, tu envergadura de flor y tu simiente de árbol. Y en este acto en el cual presentamos tu libro, a veinte años de tu viaje al corazón de las pomarrosas, en tu presencia, que hoy toma el dulce rostro de tu hermana Cecilia, te nombramos, como siempre lo has sido Maestro Floricultor Permanente de esta Cátedra itinerante y porvenirista. Salud camarada!


mery sananes
20 de julio del 2009

Leída en el Acto de Presentación del libro: Comunista por siempre. Habla Eduardo Gallegos Mancera, de Agustín Blanco Muñoz, en la Sala E de la UCV.
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