domingo, 14 de diciembre de 2008

SOBRE LA IDEALIDAD QUE ES, AUN SIN HABER SIDO


Necesitamos cantar con las letras
de una canción mil veces
más musical que la canción.
De lo contrario, será siempre la armonía
que anda suelta por el aire,
mil veces superior a la nuestra.
¿Comprendes esto, hermano?



NECESITAMOS UNA CANCIÓN MIL VECES
MÁS MUSICAL QUE LA CANCIÓN

Este texto lo escribía Pío Tamayo al poeta Alcides Losada, en 1922 y su decir es síntesis de los propósitos que ha tenido y tiene esta cátedra.

Sabemos que si lo actuado no conduce a esa armonía, mil veces más musical que la canción misma, habrá sido en vano el esfuerzo persistente de pasar del grito a la palabra, de la palabra al canto y del canto al lenguaje musical del que está hecho el corazón del hombre humano en tiempos de verdadera humanidad.

Una armonía que es necesario alcanzar para vencer la metralla y la violencia, la iniquidad y la miseria y adquirir la persistencia necesaria para las duras batallas por librar. Porque, a pesar de estar inmersos en el grito de los otros y el silencio que no llega a ser canción, el objetivo final, la búsqueda definitiva, debe ser devolverle al hombre la armonía gigante que lo define como ser creador y multiplicador de la vida y la alegría.

Por ello, hay que aprehender al tiempo oscuro que vivimos. Y ubicados en ese inhóspito sitial, extraer de allí la claridad que nos conduzca a concientizar y a ejercer la escuela de idealidad avanzada que fue el eje y centro de la vida de Pío Tamayo, el floricultor de hazañas. Y a ella nos remitimos.



Su palabra aún resuena y retumba en muchas conciencias: Madre, muero asesinado por los verdugos que también asesinan hoy a Venezuela. Me matan con crueldad calculada. Mi condena obedece a que dicen que tengo escuela de comunismo. De comunismo no, de Idealidad Avanzada.

No se entendió entonces ni después el profundo llamado de este luchador contra la tiranía gomecista. Para él lo fundamental era la creación de una sociedad que exhibiera como valores fundamentales la libertad, la justicia, la belleza y el amor. Una sociedad en la que no tuviera espacio ‘el dolor de los granujas’ y las relaciones de producción no sirvieran para aplastar a ningún semejante.

PÍO CLAMABA POR UN PENSAMIENTO
Y UNA ACCIÓN NUEVOS

Había advertido, muy tempranamente, que no se trataba de aplicar fórmulas ni imponer teorías ajenas a la realidad, sino de replantear el sentido de la historia, tomando al pueblo, al colectivo, como el agente fundamental de ese hacer. Así sintetizaba su posición:

Pensamos como hombres nuevos; nuevos en la virilidad dinámica para el trabajo rudo y sostenido; nuevos en la orientación ideológica; nuevos en la inquietud fecunda cuando se la torna acción y veremos que otra vez, como la planta a la que faltó por un momento el agua, el pueblo nuestro se alzará lozano, desafiador de vientos y tormentas, prometedor de frutos granados que los hijos nuestros y los hijos de ellos cosecharán y harán multiplicar mañana con nuevas sementeras.” (Carta a su hermano Juan, Castillo de Puerto Cabello, 10 de agosto de 1932)


Entendió que aquí no había ni hay preparación ni disposición para impulsar un comunismo que apenas comenzaba a ensayar sus pasos. De allí que su perspectiva fue y es muy clara: marchar hacia una idealidad que signifique la negación de toda tiranía y el cumplimiento de las reivindicaciones de un colectivo permanentemente postergadas.

Para Pío era indispensable ir más allá de la hazaña caudillista para avanzar en una historia-colectivo que pudiese romper con los moldes de la imposición y la violencia, como acto esencial para la conformación de una sociedad signada por la fraternidad, la solidaridad y la libertad.

Propone una ruptura y un deslinde que no ha sido posible establecer aún en este ex-país. Y por ello fue y sigue siendo el gran silenciado. Su ideario es una acusación y un expediente tanto a la tiranía gomecista como a la política posterior. Un reto y la definición de un compromiso, que aún aguarda ser cumplido.

Nosotros asumimos la tarea de avanzar por ese camino. Y desde el 06 de octubre de 1983, el Centro de Estudios de Historia Actual, fundado una década antes, decide ampliar el universo de su lucha por la idealidad, con la creación de una cátedra andante cuyo objetivo fundamental era y sigue siendo romper los muros del academicismo-cientificismo para convocar al colectivo, es decir, al protagonista fundamental, a comprender y en consecuencia, actuar, en términos creadores, en función de la realización de una nueva sociedad.

NO SOMOS MÁS QUE PREGONEROS
DE UN MENSAJE PORVENIRISTA


25 años después no tenemos motivo para celebrar el logro de resultados mayores. Apenas hemos conseguido subir la voz, adquirir oficio de pregoneros de un mensaje porvenirista que trae enhebrado cantares dispuestos a alumbrar y conservar cada una de las huellas que van dejando registro de un movimiento que tendrá que continuar hasta que ya no sea necesario rescatarlas, porque todas se habrán hecho parte de una realidad diferente. Somos apenas una señal y un combate por una historia distinta.

ESTAMOS ESTACIONADOS EN EL QUÉ SOMOS

Y en este tiempo de apremios y conmociones son ineludibles las definiciones. Estamos estacionados en un lugar que carece de respuestas respecto al qué somos, qué queremos y hacia dónde vamos. Porque nos han llevado a la terrible circunstancia de tener que decidir entre el crimen y el asesinato, la muerte o la desaparición. Un mundo lleno de destrucción por todas partes y que tiene cada vez más comprometido el registro de la vida humana. La pregunta tiene entonces toda procedencia: ¿Cuál es hoy el significado de la existencia?

Ya a la hora de la fundación de esta Cátedra nos acechaba la crisis económica y social. Tratamos el tema con todo rigor y amplitud. Nos preguntamos por las raíces, los responsables y las salidas de lo que muchos calificaban como una deformación que podía ser superada con las medidas siempre a mano, para lograr la recuperación de los problemas inmanentes al desarrollo.

VIVIMOS AÚN TIEMPOS DE INVASIÓN Y VIOLENCIA

En ese momento, 1985, señalamos, ante los 116 ponentes que reunió el Seminario de la Crisis, que era indispensable pensar en lo que significa la huella de la invasión que dispuso una determinación de violencia e imposición a nuestra sociedad. Porque desde hace 516 años somos una sociedad violentada. Y por ello nuestro recorrido es el proceso de formación y desarrollo de una crisis que significa desigualdad, miseria creciente y permanente sometimiento del colectivo.

Entonces insistimos que la reflexión sobre este continente, que vive todavía los horrores de una historia profundamente devastada, debe hacerse a partir de una concepción que nos aparte de la tradición historiográfica romántico-positivista.

No podemos seguir leyendo a Venezuela, América y al mundo en general con las ideas impuestas por el invasor. Por esto desde el CEHA y la Cátedra conformamos la perspectiva de los No Descubiertos, entendida como una conciencia y condición distintas, capaz de situarnos en una teoría y una práctica destinadas a producir la ruptura en medio del hilo de la continuidad invasora que ya entró en su sexto siglo.

Y juntamos nuestro ideario a la proposición de idealidad avanzada de Pío Tamayo para promover la ruptura con la ‘vieja y gastada historia’ que tanto daño ha producido en un colectivo al que se comenzó por bautizar como ‘pueblo’ para hacerlo objeto de todos los usos y engaños que tan buenos beneficios han producido.

LA DESTRUCCIÓN NO SE DETIENE

Desde entonces vivimos un creciente proceso de desgaste que permanentemente lleva a cuesta el colectivo como productor de la riqueza de los propietarios. Un esquema que se ha mantenido de manera invariable, contando con el resguardo de un Estado que una vez tiene el mote de colonial y en otra de republicano sin que eso signifique cambios en las bases y fundamentos económicos que pudieran beneficiar a la mayor parte de la sociedad. Desde entonces andamos en el mundo de las confrontaciones y los privilegios.

DE LA DEMOCRACIA CORRUPTA
AL SOCIALISMO DEL FRACASO


Por ello al examinar la coyuntura no podemos hacer abstracción de estos contenidos. Sólo de este modo es posible entender lo que ocurre hoy en el contexto de una democracia que no llegó más allá de la ficción y las buenas intenciones de algunos de sus actores y que, en medio de su fracaso creó las condiciones para el establecimiento de un régimen oficialista, burocrático y corrupto que se autodenomina ‘socialismo del siglo XXI’, sin tener atisbos ni de conciencia social ni de ruptura con el pasado. Un ‘socialismo’, convertido en simple y brutal sucursal del capitalismo, al que ninguna nueva denominación podrá arrancarle su esencia violenta ni el estrepitoso fracaso de su gestión.

Por ello sostenemos que a lo largo del planeta y aquí en particular, no ha llegado aún la tan nombrada revolución capaz de producir una ruptura e impulsar una sociedad que no esté presidida y guiada por el conflicto-enfrentamiento y la contradicción permanente que niega todo derecho de humanidad.

LA GLOBALEXPLOTACIÓN INSTRUMENTO DE LOS IMPERIOS

Por el contrario, hoy sobre las sociedades ha recaído una mayor violencia expresada en la global-explotación del capital financiero. Una globalización que también ha servido para el ‘resurgimiento’ de unos movimientos ‘revolucionarios’, totalmente insertos en las leyes imperiales del capital.

Por ello no existe hoy una legítima confrontación entre dos polos de diferente esencia y condición, sino sólo la misma disputa entre imperios semejantes en su voracidad. Y es obligado ubicarse en este contexto para ver con mayor precisión lo que ocurre hoy aquí.

DEL ESTADO DEMOCRÁTICO PETROLEO AL ESTADO
PETROLERO SOCIALISTA: LA MISMA FICCION

Del Estado Democrático Petrolero, cuyo mayor logro residía en el ejercicio quinquenal del voto, al Estado Petrolero Socialista y Totalitario, sustentado en la ficción democrática del voto-fraude, no hay mayores diferencias, en cuanto a fracaso.

A lo largo del período 1983-2008 hemos visto cómo se hunde en la miseria de todo tipo y señal la república petrolera venezolana. A la sociedad de las paradojas ha aludido Domingo Felipe Maza Zavala. Y no le falta razón por cuanto es materialmente inadmisible que tenga cabida tanta pobreza en tanta riqueza. Y es por eso precisamente que aquí quedó aplastada tanto la teoría del desarrollo como del subdesarrollo, la dependencia y la independencia.

Ayer fue la tiranía, luego la transición que culminó en una dictadura que, a su vez dio paso a una democracia de ficción cargada de todas las formas de violencia. Y ahora nos traen los mismos invasores un socialismo sin idealidad ni porvenir que es la más estricta continuación del dolor de todos los tiempos.

Por ello esta sociedad sigue dominada por los mismos intereses invasores que se ejercen a través del mismo personalismo, autoritarismo, militarismo, ‘civilismo’, conspiración-golpismo o acción dictatorial con un manto democrático que sólo sirve para distraer su contenido de firme inspiración totalitaria y fascista.

Sin embargo, aquí sigue en pie la oscuridad y la confusión, el vacío y la incapacidad, para decir lo que somos y lo que tendremos que ser, para adquirir la condición de una sociedad de humanos verdaderos, unidos por el vínculo de la idealidad que nos lleve a ser actores de un tiempo que no tenga que ver con ningún tipo de asesinato ni negación de la vida en general.

Un tiempo de otro orden, dirigido hacia la siembra del porvenir en medio de tanta aspiración perdida en un mundo en el cual al hombre lo define la ausencia del hombre y la afirmación de la vileza.

El canto se convierte así en el mayor estallido de dolor, vuelto azote para impedir toda perspectiva de la comunidad de hombres hermanos en afinidad con la posibilidad de la alegría que se haga centro de una existencia de gente enamorada de la vida, la libertad, el amor, la trascendencia.

ESTAMOS LEJOS AÚN DE LA IDEALIDAD AVANZADA

Tenemos conciencia de que estamos lejos de esa idealidad. Y que no alcanzamos a mirar el día de una realización que ponga a un lado los ‘credos’ ideológicos, políticos, económicos, sociales que hasta hoy se han empeñado en explicar un hombre, una sociedad, una historia que permanentemente se les escapa para dar pie a una tras otra teoría de todas las complejidades.

Consideramos que está planteado hoy girar hacia la campanada que toque a toda la población, no en términos de magia sino es pos de la búsqueda del camino no definido ni determinado que nos aproxime a un reino en el que todo lo humano al fin nos pertenezca.

Estaremos entonces en el andar del camino que nos enseña la sabiduría popular, tan difundida por Antonio Machado, de que una chocolatera sirve para hacer chocolate y una humanidad para ir más allá del chocolate de cada día por los siglos de los siglos del amén. Esta es la estación en la que la propia idealidad ha colocado a la Cátedra ‘Pío Tamayo’. Por ello a lo largo de estos 25 años, hemos tratado de cumplir con la misión encomendada.

HACIA UN PORVENIR CARGADO CON OTROS PENSAMIENTOS

Aceptamos y hemos querido hacer bueno el reto de promover un porvenir cargado de otro pensamiento y otro hacer que nos aparte de la rutina de los entregados a la historia dispuesta y ordenada por otros, por los propios invasores que hacen votos permanentes por mantenernos atados a todos los atrasos.

Hoy este ex-país y esta ex universidad, son muestras del padecimiento de una sociedad que reclama espacios y condiciones para que chocolatero y zapatero vayan más allá de sus oficios y contribuyan también a la necesaria siembra de la conciencia indispensable para la construcción del mundo de la idealidad que tendrá que ser. Un mundo colmado de hermandad y espiritualidad que habrá dejado ya de construir la guerra y su permanente mortandad para dedicarse a la empresa aún inédita: hacer la vida, recobrar la armonía mil veces más musical que la canción.

EN ESTA UNIVERSIDAD ANDAMOS COMO PENSAMOS

De ese objetivo hemos estado alejados hasta los universitarios buscadores de la verdad que no hemos sabido apartarnos de las trampas de un sistema que, para decirlo con el Maestro J. D. García Bacca, nos obliga a llegar a la universidad a pie y ya dentro de ella, pensar de la misma manera.

Se hace buena de este modo la sentencia de Machado de las muchas cabezas que se descuernan en la lucha por una idea que no alcanzarán. Y este debe ser el centro del debate: luchar por las cabezas de ideas propias para universidad, vida y porvenir auténticos. Y esa ha sido la ambición de esta Cátedra.

Pero para ello sólo tenemos el recurso de la voluntad y la pelea por la idea para la acción transformadora, que alguna vez haga de los proyectos de trascendencias actos-realidad y no objetivos de y para la persecución, que no llega a tocar el corazón del camino ni el propio destino del colectivo.

¿DÓNDE ESTARÁ LA DEMOCRACIA DE LA MAGIA, EL ENCANTO Y EL AMOR?

Porque, más allá de toda tarea de destrucción, cualquiera sea su justificación-denominación, y de la convocatoria y ejercicio de poderes basados en la arbitrariedad y desparpajo, está el sentido democrático de una sociedad que ya no milita ni quiere otra ficción a menos que sea como aquella que emana de la ínsula que algún día será gobernada por la magia, el encanto y el amor para que cada uno de los gobernados sea agente esparcidor de los eternos poderes otorgados a la sin par Dulcinea.

Estamos en la hora ineludible de entender los pasos de un hacer diferente que nos permita, al fin, transitar por otros destinos. Y resuenan ya algunas notas. El colectivo se acerca a la organización y la conciencia. Se aproxima un tiempo de idealidad y trascendencia de la cual tendrá que salir un hombre sin caos, complejidad y culpabilidad sino con disposición y decisión a construir los tiempos que tendrán en el hombre humano y ciudadano del amor y la entrega el mayor exponente de la historia que estamos obligados a construir más allá de todos los apocalipsis puestos a andar en las propias alas de nuestro destino.

Indispensable entonces, hoy y aquí, asumir la condición de militantes de una idealidad que tenga el poder y la decisión que reclama la construcción de una sociedad sin los polos destructores de la seudo democracia y la falsa revolución, que no son más que formas de mantener al colectivo en el mismo y gastado engaño.

Y en esas labores floricultoras aspiramos continuar, por las próximas décadas, con el testigo en la mano para entregarlo a quienes asuman el mandato de una idealidad avanzada y colectiva que aguarda dejar de ser sueño y anhelo, para constituirse en esencia y contenido de una historia en cuyo centro esté la armonía que buscaba Pío, expresada y hecha realidad en la suprema alegría colectiva del hombre.

mery sananes


Palabras pronunciadas el 08 de diciembre del 2008, en la Sala “E” de la UCV, con motivo de celebrarse los 25 años de la Cátedra Pío Tamayo.

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