domingo, 10 de julio de 2011

ABM - EL CÁNCER GOLPISTA DEL RETORNO




Estamos a 519 años del inicio del período invasor. Y nos movemos entre las élites que vienen desde el llamado descubrimiento,  hasta el ‘Retorno Eterno’  invocado por el Golpista-Presidente (GP).

A 201 años del golpe de Estado a Emparan y la creación de la ficción-mentira de la Independencia que sólo  procede en beneficio de los mantuanos.

A 200 años de la conspiración que culmina en una Declaración de Independencia que proclama defender los derechos de Fernando VII y los intereses de la oligarquía dominante, convertida en ‘gesta histórica’ que establece las bases y fundamentos de la falsificación calificada como república.

A cinco siglos de la misma historia del  despojo, el saqueo y la persecución al colectivo se le conduce a igual disyuntiva: sometimiento o muerte. Dos expresiones de la misma dimensión. Una sola forma de aplastamiento.

Ayer fue democracia o dictadura. Hoy se llama socialismo venecubano.

Y al juntarse todos los fracasos, y ante la amenaza de la rebelión de los mismos hambrientos, los dueños del hacer y la falsificación se sienten obligados a proponer una supuesta nueva historia que se encargue de  mantener toda la carga de miseria y dolor que ha caracterizado esta sociedad.

Hoy la ‘revolución bolivariana’ dice, como todos, que ahora sí ha llegado la hora de establecer la verdadera independencia.

Y, en efecto, es portador del mismo mensaje oligarca, presente a la hora de la Declaración de la Independencia. Y esto lo patentiza una boliburguesía que concentra los más altos poderes, frente a un colectivo que sigue en su misma condición de despojado.

Y para estas minorías, ahora llamadas revolucionarias, es indispensable, como siempre lo ha sido, hacer uso de la épica y el  culto necesarios, no sólo a un hombre sino a la propia independencia. Se repite el mismo esquema de la exaltación del héroe-caudillo-libertador, imprescindible y mesiánico.

Y esto hay que advertirlo, al examinar el cuadro que rige hoy  este expaís, convertido en Venecuba, en el cual el golpismo-conspiración ha sido y es una constante. Y es allí donde hay que ubicar la enfermedad del GP.

El manejo que se hace de la misma tiene los rasgos propios de una conspiración en la cual el ocultamiento de la verdad juega un papel determinante. Y en este sentido no se puede negar el peso del  efecto  04F-92 y el 11A-02 en ese cuadro histórico.

Hasta esta fecha lo único que se tiene como verdad de la enfermedad del GP es su declaración del 30 06 11 en la que admite su cáncer.


Como prueba de la afección sólo se tiene  el testimonio del paciente. No hay  parte médico ni identificación de quienes actuaron en los actos quirúrgicos.

En principio, la historia se escribe con documentos y el testimonio puede formar parte de éstos. Pero la expresión exclusiva del actor de un acontecimiento porta una carga de subjetividades que puede responder a criterios y fines de orden político.

En este sentido consideramos que hasta el momento sólo es posible avanzar en el análisis de lo que aquí ocurre   a partir de la elaboración de  escenarios que nos sirvan para considerar las diferentes posibilidades del acontecer, algunos ya esbozados en artículo anterior.

En un primer escenario la enfermedad se presenta como una realidad controlada. En ese caso, el GP la utiliza con los fines políticos que expresaba el 05/07/11: vencer la conspiración y el divisionismo establecido a lo interno del PSUV y lograr de esta manera ser el real y verdadero Jefe Único que está a la cabeza del Regreso Eterno.

El segundo escenario presenta el cuadro de la enfermedad irreversible. La lucha en este caso es la de un paciente impregnado de heroísmo-patrioterismo que haría lo indecible por dejar una obra que esté a la altura de sus Padres: Bolívar y Fidel Castro.

 Su lucha y decisión lo llevaría a estar en el mando-poder hasta que tenga fuerzas. Cuenta para esto con el culto bien extendido al mito-mesias-libertador.

El tercer escenario responde a un montaje. No hay enfermedad. Se apela a la mentira para poner al descubierto a quienes están conspirando contra el poder-central. Por esta vía se logra la depuración del cuadro político interno y se crean las condiciones para prolongar el mando-poder del GP por el tiempo que le dé  la gana.

A estas alturas, en todo caso, el cáncer-golpista del Jefe Único, adelanta  diversas manifestaciones políticas destinadas al logro de propósitos muy bien definidos, que están determinados por la realidad venecubana y que, por consiguiente, se salen estrictamente de las decisiones personales del GP.

Esa realidad-necesidad hará con el cáncer-golpista lo que necesite y requiera, para cuidar los intereses revolucionarios internacionales en juego.

Hoy más que nunca el GP se presenta como una perfecta marioneta de intereses que no tendrán problema  en ponerlo de lado, si no está a la altura de los requerimientos. Y las oposiciones seguirán como marionetas del GP.

¡Bien lejos estamos entonces de cualquier independencia! Twitter: @ablancomunoz

El Universal, 08 de julio del 2011.

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