domingo, 13 de diciembre de 2009
BOLEROS EN EMBUSTERÍAS
SANTIAGO GONZÁLEZ EN LA CPT-UCV
viernes, 4 de diciembre de 2009
PRESENCIA FASCISTA EN ESTA VENEZUELA

domingo, 8 de noviembre de 2009
CPT - DEBATE SOBRE LOS NINI EN LA UCV

Cátedra Pío Tamayo
Centro de Estudios de Historia Actual
IIES / FACES / UCV
DEBATE ABIERTO
LOS NINÍ: ¿UN MOVIMIENTO QUE DEBE MORIR O ACTUAR POR LA CONSTRUCCIÓN DE LA VENEZUELA QUE TENDRÁ QUE SER?
OBJETIVO: Debatir sobre lo que se ha dado en llamar los NINI con miras a establecer forma y razones de su surgimiento hasta convertirse en una de las manifestaciones fundamentales de nuestra realidad política actual.
Las encuestadoras señalan que hoy los NINI constituyen más del 50% del electorado y que es la fuerza que, de acuerdo a la política de convencimiento que se ejerza, puede inclinar el voto en una u otra dirección. A este respecto surge una pregunta que consideramos esencial ¿Es el NINI un fenómeno único-unitario al cual, todavía hoy, se le puede manejar y conducir, como cordero al rebaño (por no decir matadero) que decidan los dueños de la empresa electoral?
En forma insistente se ha dicho que los NINI constituyen una fuerza espontánea producto de los más variados desencantos. Es un conglomerado que está en el escenario político a la espera de quien haga una política para realizar su captación. ¿Es esta una forma seria y rigurosa de entender el asunto?
¿Puede alguien negar que este es un momento caracterizado por una profunda descomposición política que se junta a muchas otras? ¿Quien puede mantener con alguna solvencia que aquí existen partidos como organizaciones político-ideológico-programáticas que vayan más allá de la compra-venta de votos como un medio para lograr espacios de mando-poder?
Y si esto es así, resulta a propósito el planteamiento destinado a abrir un espacio para explorar, desde la propia visión de quienes se asumen como NINI, si procede una organización para quienes son señalados hoy en lo estadístico como la primera fuerza electoral.
¿Es posible organizar este colectivo en forma horizontal, que permita a la vez abrir un gran debate en términos de una amplia política y una gran apertura ideológica? ¿Un movimiento abierto, que no se cierre en los círculos tradicionales que tan bien conocemos, que tenga continuación y sume fortalezas en muchos otros movimientos?
El propósito es ubicarnos en una nueva y creadora perspectiva que esté orientada por el empeño de convertir la comunidad de habitantes, hoy atrapada entre los dos bandos de una polarización que aspira liquidarla, en verdadera condición de ciudadanía que, en sentido estricto, signifique el asumir colectiva, consciente y responsablemente la misión que a cada quien en particular le corresponde para garantizar la existencia y funcionamiento de un nuevo modelo político, distante del pasado político-electoral que tiene tanto de fracaso y frustración.
Porque podríamos llegar a la convicción de que en la realidad no existe el NINI, tan voceado y desprestigiado por muchos comentaristas políticos, y que un examen más profundo de la cuestión nos señale que lo así nombrado es la expresión del repudio que ha generado la política (por no decir politiquería) impuesta por las dos minorías que se sienten primeras actoras y dueñas de nuestro acontecer político.
Consideramos que con esa denominación NINÍ, se pretende ocultar la presencia de una fuerza social que potencialmente podría ponerse por encima de los dos polos de la derrota y la destrucción. Y si estamos convencidos de que la salida a la profunda crisis pasa por la superación de esas dos entidades que la sostienen -oficialismo y falsa oposición- es inevitable pensar en otro camino.
Y este debe ser el punto esencial de este debate. Los llamados NINI: ¿Una fuerza que debe morir o proyectarse en la política venezolana actual como lo que realmente es? Ni lo de antes ni lo de ahora: ¿lograremos desde el presente ser el después?
¿Podremos desde este ahora, que no es sino una triste continuación del antes, lleno de miserias y descomposición, de tragedias crecientes y desesperanzas que inmovilizan, de amenazas y represión, de una violencia desbordada y un proceso de destrucción que alcanza niveles inimaginables, construir un después que rompa los esquemas del tiempo, y comience desde el futuro a romper los moldes del hoy y del pasado?
Ese es el reto mayor. Ha llegado la hora de un debate que implica a muchos. Y la primera obligación de quien se aparte de los esquemas politiqueros planteados es participar para ayudar a enriquecer los planteamientos para la acción que nos garanticen la salidad de esta terrible condición de ex-país. Y a esa tarea convocamos.
MODERADOR
AGUSTÍN BLANCO MUÑOZ
LUNES 09 DE NOVIEMBRE
SALA “E” / 6 pm
Coordinadores
Agustín Blanco Muñoz y Mery Sananes
Tlfs 6052536 / 6052563 / 0416-6387320
domingo, 25 de octubre de 2009
JOSÉ GUERRA EN LA CPT

Cátedra Pío Tamayo
Centro de Estudios de Historia Actual
IIES / FACES / UCV
FORO
LA COYUNTURA ECONÓMICA
¿VAMOS HACIA UN
MAYOR HUNDIMIENTO?
Objetivo: reflexionar sobre la profunda crisis económica que recae hoy sobre esta Venezuela con miras a establecer las grandes coordenadas de lo que nos espera en el orden hIstórico.
¿Es posible una recuperación económica a partir de las políticas vigentes? ¿Se mantendrá esta "revolución" con un aparato productivo que, según reconoce el Ministro Giordani, no ha podido reactivar a lo largo de una década?
La bono-economía: ¿nueva salvación de Venezuela? ¿Se podrá realmente controlar la inflación? ¿Se logrará detener el creciente conflicto laboral? ¿Adquirirá esta crisis ecómica suficiente 'jerarquía' para convertirse en impulso de nuevo estallido social capaz de acabar con la 'revolución socialista del siglo XXI? ¿Cómo librar a Venezuela de este hundimiento-descalabro mayor?
PONENTE
JOSÉ GUERRA
LUNES 26 DE OCTUBRE
Sala 'E' de la Biblioteca Central de la UCV / 6 pm
Coordinadores
Agustín Blanco Muñoz y Mery Sananes
Tlfs 6052536 / 6052563 / 0416-6387320
http://historiactual.blogspot.com
Leer mas!domingo, 4 de octubre de 2009
CARTA A JOSE PIO TAMAYO

Esta carta a Pío Tamayo fue escrita hace veintiséis años. Entonces como ahora queríamos romper el cerco de silencio que se ha dispuesto sobre una vida y un pensamiento que están por rescatar en un tiempo cercado de pasado.
Hoy, a 74 años de su escapada a las crestas de sus montes tocuyanos, la volvemos a publicar, con la intención de que despierte en sus lectores anhelos de conocer a este joven tocuyano que, armado con su idealidad avanzada, y en medio de una tiranía que no le perdonó ni su actividad política, ni su pensamiento de avanzada, supo sembrar en este continente infinitas semillas de porvenir que aún aguardan para germinar.
Pío
Es como si el mundo se hubiese convertido en una inmensa sepultura. En un oscuro calabozo. Y los hombres hubiesen olvidado que más allá de los muros amanece cada día renovada la vida. Que más allá de los ruidos, la naturaleza desgrana su concierto de hojas y alas. Que más allá del horror están los sueños. Y más allá de la quietud el corazón aguarda el territorio exacto en el que habrá de desplegar su oficio aventurero y peregrino.
Es como si el tiempo sólo hubiese servido para cambiar de traje a los tiranos, de nombre a los carceleros, de rostro a la opresión. El gallardete de la muerte que se quiso aferrar a tu nostalgia viajera, a tu nave de arcones piratas, a tu melancolía colmada de infinitos, se enseñoreó sobre esta tierra, sin que le hubiesen dado batalla. Ya lo habías intuido desde tu combate solitario y desigual. Y lo habías advertido para que se redoblara la pasión libertaria, la aspiración justiciera. Pero adivinaste, más que la fortaleza del enemigo, la fragilidad de quienes lo adversaban, y pudiste prever el porvenir inmediato en el cual se acordarían los bandos opuestos y se reconciliarían las ideas en pugna. Por eso, Pío, sé que hoy no sentirías asombro alguno, porque vi muchas veces posarse en tus ojos, como pena de aguacero, la certeza de que los hombres no habían aprendido aún tu canción de guitarra y amapola.
Es como si se hubiese enterrado la esperanza. Y por eso, Pío, hoy he venido a buscarte una vez más, porque necesito las cuatro rosas de tu pecho, la banderola de tu amor, y tu palabra de tallo de maguey, para hacerme viajero de la noche hasta la mañana aurorada en que te encuentre de pie, celebrando la victoria.
Por eso te escribo hoy con la voz oscura de estos tiempos, pero con la dúlcima alegría de haberte conocido, de haberme detenido en tu tristeza, en tu pasión, en tus inmensas ganas de vivir. Y querer prolongarlas, multiplicadas en la vida que otros te inventarán, en la que repartiremos el saco de confetis de tus besos, las canciones que el sol dibujó sobre los ríos claros de tus años y los amaneceres que me construí moldeados desde tu puro corazón.
Pero ¿cuál carta habré de escribirte primero? ¿Cuál he de contestar? ¿La que me escribiste el día de tu partida, cuando recorriste los campos de tu tierra, los azahares de tu huerto, los muros de la vieja casona, el abrazo de la madre, los muebles de tu cuarto, para emprender la aventura de ser un hombre a la medida de tu corazón? ¿O las que me escribías, apoyado en el viejo piano del ‘Júpiter’ mientras soñabas a ritmo de brisa y colibrí? ¿O aquellas en que las letras saltaban al compás de las piedras del camino, mientras conducías camiones relucientes de polvo y metal? ¿O aquellas misivas pequeñitas, escritas a las orillas de los libros que devorabas en la biblioteca de Don Bartolomé?
Recuerdo las que enviaste desde la flor de la caña y la miel de su tallo, donde te colmaste de toda la dulzura que después te fuiste a repartir a manos llenas. ¿Contestaré a aquellos primeros versos en los que amoroso dibujaste versos de azúcar y confituras de amor? ¿O, Pío, a los primeros sonrojos de tu corazón enardecido de justicia, desbordante de libertad? Llevo grabada la dimensión del sueño, la decisión del combate, la convicción honda de que la vida triunfará sobre los tiranos. Y tengo envuelta entre hojas de membrillo y azahares tu mirada limpia, de lluvia y manantial, derramada sobre los tiempos, como una canción que no ha sonado todavía.
Son tantas las cartas. Pío, que es como si hubiesen llegado todas juntas. Como si de pronto una mágica y milagrosa solución hubiese mojado los papeles haciendo aparecer por doquier el trazado nervioso de tus letras. Cartas que me sabía de memoria porque cada noche me las recitaba la brisa. Cartas que algún menguante dejaba en silencio hasta la próxima creciente. Y cartas nuevas, venidas de todos los sitios donde sé que estás, repartiendo besos de caramelo y la rosa de los vientos de tu amor iluminado. Cartas que suenan a espigas que crecen, a zumo de caña que se destila, a vertiente de agua clara.
¿Cuál habré de contestar primero? ¿A las muchas que me escribiste desde cada puerto al que arribaste, cada casa amiga donde fuiste a hacer posada? ¿Desde cada bajel que te llevaba de nuevo, sin rumbo fijo, buscando conjurar los males, dejando la simiente siempre renovada de tu dulzura? ¿O aquellas en que hacías profesión de fe militante, en que entregabas tu pecho, como rosa abierta a los disparos del enemigo? ¿A las del poeta enamorado de todos los amaneceres de la vida? ¿A las del hijo que se detuvo en las embusterías de la madre para inventar viajes nunca antes imaginados? ¿A las del hermano amoroso, las del amigo oferente y solidario? ¿O, Pío, aquellas desgarradas, terribles en que fuiste diseñando la medida de la muerte que otros quisieron entregarte, sin saber que no podrían destruir jamás la canción que salía inmensa de tu corazón?
Ocurre Pío que también mis cartas han ido al encuentro de las tuyas. Y hasta he tomado prestado cartas y versos y palabras que he recogido para enviártelas prendidas de un anochecer, o adheridas a las grietas de los muros, para colarme hasta tus sitios con el olor de los campos. Cuántas no te he escrito, Pío. Cuántos mensajeros no he tenido para hacerte llegar señales de almíbar y cantos de guerra que sostuvieran tu vigilia, acompañaran tus horas. Cuántas veces, Pío, no me doblé hasta los pliegues de los ojos de la madre para junto con ella llevarte o mi modo de quererte y detenerme sobre las neuralgias que se asentaban en tu frente, esparciendo una canción de cuna para tus aventuras.
Cartas arrugadas y dobladas muchas veces para burlar la vigilancia y las requisas. Papeles mágicos y encantados que la alquimia transmutaba en un hermoso mapa de paisajes. Cartas que el fuego enemigo quiso volver cenizas y que convirtió en antorchas. Cartas de amor sin carceleros. Cartas que no fueron leídas ni escuchadas pero que anduvieron en el correaje del tiempo, tocando a tu puerta y a la mía, asomadas en las risas de los niños, en los ojos de la madre, en la melancolía de la novia, en la convicción del combatiente, a orillas de todos los sueños.
¿Sabes? Estuve entre los manifestantes reprimidos de Panamá y entre los rostros de los hombres de pueblo que recorriste, enastada en el pecho la banderola roja de tu amor. Contigo navegué el Mar de Dairén hice travesía por todos los puertos, con tu inquietud de poema comenzado. Te acompañé a las reuniones clandestinas, en las detenciones y las salidas apresuradas. Hice de aprendiz de tipógrafo y me anduve entre los inmensos rodillos que fabricaban los diarios, adherida a tus crónicas, tus reportajes, tu verso submarino y musical. Y contigo me fui hasta las fronteras, buscando una trocha, un piquete, que condujera al centro mismo de la tiranía.
Estuve en tus botas claveteadas de agricultor e hice mi aprendizaje de la vida en las hazañas de las que fuiste floricultor. Estuve mientras se cuajaba el maduro verdor de las sementeras en sazón, entre cañamelares y maizales, haciendo camino de arado, señal de azada sobre la tierra. Estuve en el agua del arroyo que bebió el campesino con sus manos y entre los versos primeros que manaron del Tonel de Diógenes. Estuve junto a ti cuando escuchaste, venida de la cresta del monte, resonar la melodía de la vida que hizo morada en la cima volcánica de tu corazón. Estuve entre los primeros libros socialistas, en las discusiones en las que tu emoción fue dibujando una historia del hombre distinta. Y estuve en tu convicción revolucionaria, en tu certeza de que la decisión significaba una entrega abierta y sin reveses. Y estuve en la alegría que siempre acompañó tu combate.
Estuve en las mismas alas del avión de Lindbergh. Y si no estuve en el cortejo de la Reina Beatriz I, sí estuve Pío en el silencio emocionado que recogió tu verso de indio tocuyo. Y estaba a tu lado cuando te prendieron y te llevaron y te encerraron. Estaba allí entre los estudiantes, en el castillo, recibiendo tus clases diarias, tus charlas al anochecer, tu lección de idealidad avanzada, haciendo de clavo y soporte para el paño rojo de tu carpa. Y cuando te dejaron solo, me oculté entre las telas desgastas del viejo catre, para acompañar el ritmo de tu tos. Y estuve en el espasmo de tu respiración. Y me escondí en las ampolletas con las que dabas la batalla a las fiebres y las infecciones. Y ¡ay! Pío me aferré a la repisa aquella que se llevaron los verdugos y entre las cenizas eché a correr la pena de no ser fragua y vendaval. Estuve en el Toque de Animas de Alcides. Y me ovillé entre los grillos queriendo hacerlos más livianos.
Estuve sentada a la mesa de tus afectos los 24 de diciembre y nunca llegué tarde un año nuevo para ser mensajera de tus bienaventuranzas. Estaba, Pío, entre quienes prolongaron tu vida con el afecto que te derramaron. Junto a ti, en el banco del parque, donde salías a enviar recados de rocío. En el barrio Namur, bajo un candil que se agigantaba para no dejar apagar tu rumor. Candil que la muerte quiso secar que sólo pudo convertir en fogata. Y estoy, Pío, entre quienes hoy seguimos prolongando por siempre y para siempre tu claro sentido de la vida, tus sueños hechos a la medida del hombre, tus besos de caramelo y tus versos de cañamor.
Prendida estuve entre las cuerdas de tu garganta para sostener la voz rota en la que resonaban aún melodías maravillosas. En la delgadez de tus manos de sembrador y artesano. En el paso rápido de la madre que convirtió tus quebrantos en suspiros de brisa. Debajo de los almohadones que la ligereza de tu cuerpo apenas doblaba. Y estuve de pie entre tus risas primeras, en el gesto que regalaste a la novia y en el amor que ella te entregó como un estandarte que habrías de llevar a donde fueras. Estuve entre las ventanas abiertas por donde te asomaste al mundo. En el ruido de las multitudes, en tu tristeza y en tu esperanza. Signos clandestinos que sólo el corazón sabe descifrar.
Estuve, Pío, en los rayos del sol que se hicieron arcoiris para siempre en la cuenca de tus ojos. En las guirnaldas de flores que trenzó el amor de los campesinos. En la tierra que se hizo surco, nunca sepultura. En el largo llorar de la madre y en el lago vivo que nunca se hubo de colmar. Estoy en el futuro y en el camino que recorres. En la sonrisa con la que venciste el dolor. En la caricia, Pío, de balada. En los horizontes que no se cuajan jamás. En tus deseos infinitos de vivir. En los pechos socialistas que habrán de abrirse en macetas de rosas.
Y por todo eso vine hoy a escribirte, Pío, he venido a buscarte. Porque si otros tal vez quieren ejercer de sepultureros, yo indico los surcos por donde has de crecer una y otra vez. Los sitios en los que estás, altivo el rostro, oferente tus manos, dúlcima tu mirada. Los campos de batalla en los que están junto a los fusiles que disparan y junto a los que tus manos recogen para que sólo sirvan para construir la vida, que no la muerte. En las cárceles y las mazmorras donde tu presencia es arroyo claro y flor de caña. En los campos llenos de sol en los que eres espiga y colmena. En los espacios abiertos, iluminados de luna, en los que eres el amante para los hijos que habrán de nacer, para edificar la vida inmensa. Yo doy tus señas, Pío, para que otros como yo vayan a tu encuentro. Que necesitamos como nunca tu afán aventurero, tu templanza de indio tocuyo y tu dulzura de confitura de merey, para irrumpir en la oscuridad con los hilos de fósforo de tus días de yunque y fogata.
05 de octubre de 1983
mery sananes
sábado, 3 de octubre de 2009
A 74 AÑOS DEL ASESINATO DE PIO TAMAYO

CENTRO DE ESTUDIOS DE HISTORIA ACTUAL
UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA
A 74 AÑOS DEL ASESINATO
DE PÍO TAMAYO
¿QUÉ HA CAMBIADO EN LA POLÍTICA Y
LA EDUCACIÓN EN ESTE EXPAÍS?
Ponentes
AGUSTIN BLANCO MUÑOZ
MANLIO SARDI
Lunes, 05 de octubre del 2009
Sala 'E' / 6 pm
Desde las 5 pm estará a la venta
en la entrada de la Sala
el último título de ABM /
El 11A-02: YO LO VI LLORAR
Precio Solidario
Entrevista al Capitán Otto Gebauer Morales
ABM EN 'YO PROMETO'

A las 10 PM
AGUSTÍN BLANCO MUÑOZ
estará como invitado en
"YO PROMETO"
CON NITU PÉREZ OSUNA
Para hablar sobre el libro que ahora toma la toma la calle:

Cátedra 'Pío Tamayo' UCV (0212) 605-2563 / 605-2536 / 550-0784
(0416) 614-0116 / (0416) 638-7320 / (0414) 333-6515 / (0412) 730-9842
fundatamayo@hotmail.com / merysananes@gmail.com / dbarrolleta@gmail.com
abm333@gmail.com / anamerce1@hotmail.com
martes, 29 de septiembre de 2009
HABLA EL CAPITÁN OTTO GEBAUER MORALES

PEDIDOS
martes, 21 de julio de 2009
HOMENAJE A EDUARDO GALLEGOS MANCERA
CARTA A EDUARDO GALLEGOS MANCERA

Eduardo
Leída en el Acto de Presentación del libro: Comunista por siempre. Habla Eduardo Gallegos Mancera, de Agustín Blanco Muñoz, en la Sala E de la UCV.